Es difícil saber cuánto impactan en el ánimo de Nicolás Dujovne las noticias de la economía argentina. El ministro de Hacienda de Mauricio Macri deja traslucir la misma confianza cuando las variables se alinean en su favor que cuando arrecian los datos negativos. Ahora, sostiene, hay más de lo primero. "Ha comenzado una gradual recuperación", afirmó durante una entrevista con Infobae y otros medios en la capital norteamericana.
La charla coincidió con la publicación del dato de inflación para el mes de febrero, del 3,8%. Pero también, pese a ese aumento, en ese frente Dujovne se muestra optimista. "Está bajando lentamente", dijo.
"Indudablemente, la inflación de 2019 va a ser más baja que la del año pasado y creemos que ese proceso va a ser más visible una vez que termine la suba de precios regulados", consideró el ministro. "Creemos que puede haber sorpresas positivas en términos de inflación una vez que este proceso termine, a partir de mayo o junio, con tasas más bajas", agregó.
Sentado en un salón del hotel St. Regis, a unas cuadras de la Casa Blanca y a pasos de los organismos multilaterales, el ministro aseguró hoy que no está en los planes del Gobierno renegociar el acuerdo con el Fondo porque las necesidades de financiamiento de 2020 "van a ser muy bajas" y se permitió críticas al kirchnerismo y al pensamiento "mágico" del populismo que conducía Venezuela. La anterior administración, sostuvo, cometió lo que calificó como un "homicidio macroeconómico".
También dejó definiciones sobre Roberto Lavagna, al que consideró responsable en parte "de los problemas que estamos viviendo" y afirmó que "en todos los aspectos de la economía estamos mejor que en 2015".
Creo que Lavagna es parte de los problemas que estamos viviendo, vienen de esa gestión. Recuerden que la Argentina tuvo las tarifas congeladas durante toda su gestión
—¿Cuál es el pronóstico de inflación para este año?
—No tenemos un pronóstico, pero estamos convencidos de que va a ser más baja que el año pasado, solamente hacemos un pronóstico cuando enviamos la ley de presupuesto al Congreso en septiembre.
—¿Tuvo sentido actualizar las tarifas cuando está claro que eso va a empujar el índice para arriba?
—No hay otro camino, ya probamos el camino de la magia, de congelar las tarifas, y es un camino que nos llevaba a un apagón indefinido como el que vemos en Venezuela hoy.
—¿Aun si se agrava un problema que es la principal preocupación de mucha gente y quizá del Gobierno también?
—Sin duda, pero nuestra preocupación es construir una economía sana, con equilibrio presupuestario y donde los argentinos tenemos que comprender que los servicios públicos alguien los paga. Si no los pagan los consumidores cuando pagan la boleta de sus servicios, lo estarán pagando con impuestos o con emisión monetaria. Es mucho más eficiente que se pague mediante las tarifas de servicios públicos, donde además podemos enfocar la ayuda en los que realmente más lo necesitan porque tenemos una tarifa social que no existía antes. La idea mágica de que alguien no está pagando la vivimos durante el kirchnerismo, donde destruimos toda la matriz energética de la Argentina. Alguien lo paga y no podemos desentendernos del problema, por más que sea costoso. Argentina estaba destruyendo su producción de electricidad, de gas, de petróleo, y hoy afortunadamente estamos viendo que crece la producción, el precio en dólares del gas en la Argentina probablemente pueda bajar en los próximos años gracias a la política energética que llevamos adelante y eso va a generar una ventaja comparativa muy importante para las empresas argentinas.
—¿La gente dentro de unos años podrá pagar por el gas menos de lo que paga ahora?
—Estoy convencido de que la Argentina va a lograr reducir los costos de su energía gracias al fenomenal aumento de la oferta por las políticas que llevamos adelante.
—¿La gente lo va a ver en su factura de gas?
—Indudablemente, sí. Es un proceso que va a llevar un tiempo.
—¿Tocó un piso la economía?
—Nosotros pensamos que sí. Monitoreamos un conjunto muy amplio de indicadores y pensamos que el piso en términos de actividad lo vimos entre fines de noviembre y principios de diciembre, y que a partir de ahí ha comenzado una gradual recuperación, muy lenta, que tiene que ver con una ligera mejora en los salarios reales y con un sector exportador que este año va a crecer a niveles de doble dígito por primera vez desde el año 2011. Argentina destruyó sus exportaciones en el período del cepo, cuando cayeron 35% en cuatro años, un homicidio macroeconómico que perpetró la administración anterior, y gracias a las reformas que se implementaron a partir de 2015 las exportaciones empezaron a crecer gradualmente. Este es el cuarto año seguido de crecimiento de las exportaciones, pero este año ya a tasas de doble dígito, y no sólo las vinculadas al agro.
—¿Cuándo se va a recuperar el empleo?
—Bueno, el empleo tuvo una caída el año pasado, después de un 2017 donde se creó muchísimo empleo en la Argentina. Producto de la recesión de 2018 el empleo cayó y por supuesto siempre tiene un rezago con respecto a la recuperación de la economía. Primero se recupera la demanda y luego de uno o dos trimestres empieza a recuperarse el empleo, con lo cual pensamos que va a demorar todavía unos meses pero que a lo largo del año vamos a ver recuperación del empleo.
—En la oposición hay economistas que hablan de una herencia macrista peor que la herencia que dejó el kirchnerismo. ¿Esto es así?
—Yo creo que es totalmente equivocado, en todos los aspectos de la economía estamos mejor que en 2015, no hay ningún sector en el que estemos peor que en 2015.
—¿Tampoco la inflación?
—Afortunadamente ahora tenemos un índice de inflación. Recuerden que durante el kirchnerismo no había inflación simplemente porque no se reportaba, no teníamos estadísticas. No es comparable la inflación en un gobierno que la barría bajo la alfombra, con cepo, congelando tarifas y consumiendo todas las reservas del Banco Central, con un gobierno que lleva adelante una política macroeconómica sana, que permite erradicar la inflación sobre bases permanentes y no transitorias. Muchos problemas inflacionarios que tenemos hoy son la herencia de doce años de tarifas congeladas, de consumir las reservas.
—¿Y el aumento de la deuda? Es una de las principales críticas que se le hacen al Gobierno…
—La deuda es el mecanismo que se utiliza para financiar el déficit. Entonces también cuando hablamos de deuda estamos pagando el precio de la herencia kirchnerista en términos del déficit fiscal que nos dejaron, de 8 puntos del PBI. Hemos bajado ese déficit después de intereses a un consolidado de 3 puntos del PBI este año. Es decir que la deuda que hemos tenido que emitir en estos años es producto del déficit kirchnerista. Hay que ver la película completa, y la película kirchnerista nos llevaba a Venezuela y la que proponemos nosotros nos lleva a las reformas que hicieron otros países hace 20 años y que prosperaron.
—¿Qué opina del plan que proponen Broda, Cavallo y otros?
—No lo conozco, pero los argentinos ya hemos visto ese tipo de propuestas mágicas que fijan el tipo de cambio. Hay toda una generación de economistas que, creo, han sido parte del fracaso que hemos vivido como sociedad.
—¿Qué opina de la gestión de Lavagna, ahora que podría ser candidato?
—Creo que parte de los problemas que estamos viviendo vienen de esa gestión. Recuerden que la Argentina tuvo las tarifas congeladas durante toda su gestión, el resultado fiscal empeoró en lugar de mejorar, se fue consumiendo las mejoras que había logrado inicialmente Remes Lenicov y parte de los problemas que hemos vivido con nuestra deuda fueron generados por una reestructuración muy poco exitosa, con un nivel de no aceptación del 26% que es atípico.
—¿Lavagna tiene parte de la culpa de la herencia kirchnerista?
—Yo creo que acá estamos hablando de una economía populista, de Kicillof, y de lo que estamos proponiendo nosotros que es establecer bases sólidas y permanentes.
—¿En octubre la economía va a jugar a favor del Gobierno o en contra?
—No lo sé, no soy analista político. Estoy convencido de que estamos haciendo lo correcto, que este Gobierno está encarando soluciones estructurales y que la sociedad lo va a valorar. Sabemos que estos han sido años difíciles, no somos ajenos a ese sentimiento, pero creemos que los argentinos saben del esfuerzo que se está llevando adelante y no quieren rifar todo lo que hemos hecho.
—¿El año que viene va a haber que pedirle más dinero al Fondo?
—No, de ninguna manera.
—Espert dice que sí…
—Bueno, Espert está en campaña, entonces tal vez es parte de su plan. Pero como vamos a tener superávit primario, las necesidades financieras va a ser muy bajas, vamos a estar prefinanciados y no pensamos modificar el actual programa que tenemos con el Fondo.
