Un grupo de expertos del Fondo elaboraron un documento con serias advertencias sobre el colapso de los sistemas jubilatorios en el mundo. Alertan por la poca natalidad, el envejecimiento acelerado y la falta de caja en los Estados. Los que hoy tiene 28 años, se jubilarán a los 68.
Un documento elaborado por un grupo de técnicos del FMI recomienda a los países disminuir el ingreso inicial de los jubilados y ampliar la edad jubilatoria y pronostica que los jóvenes que hoy tiene 28 años en el 2050 se jubilarán a los 68 años como mínimo.
Aunque el paper no se redactó específicamente para la Argentina, los consejos de los especialistas del Fondo cuajan con la hoja de ruta que el organismo trazó para la economía argentina, tras la firma del acuerdo por u$s 57.100 millones.
El texto fue divulgado esta semana en Tokio por el subgerente general del FMI, David Lipton, y lleva la firma de los técnicos David Amaglobeli (Georgia), Hua Chai (China), Era Dabla-Norris, Kamil Dybczak (República Checa), Mauricio Soto (Colombia) y Alexander Tieman (Holanda).
“Para lidiar con los costos del envejecimiento, muchos países implementaron significativas reformas de los sistemas de pensiones a lo largo de los últimos años”, destacó el trabajo titulado “El futuro del ahorro: el rol del diseño de los sistemas de pensiones en un mundo que envejece”.
Para el FMI, existen tres amenazas de los actuales sistemas jubilatorios: la tasa de natalidad mundial es la más baja histórica, la población envejece a ritmos acelerados y las cajas de los Estados no alcanzan para cubrir todas las necesidades.
“En las próximas décadas la disminución de la fertilidad y el aumento de la longevidad cambiarán profundamente la distribución de la pirámide demográfica en muchos países, aunque a diferentes ritmos”, sostuvieron. Calculan que en tres décadas la situación resultará insostenible.
En ese marco y desde Japón, desplegaron sus recomendaciones. “Las reformas apuntan en gran parte a contener el crecimiento en el número de jubilados, modificando los parámetros clave del sistema; por ejemplo, incrementando la edad de jubilación, endureciendo las reglas para acceder, reduciendo el tamaño de las pensiones a través del ajuste en el cálculo de los beneficios”, propusieron los técnicos.
“Con las políticas actuales (estiman que) el gasto público en pensiones aumentará en un promedio de entre 1 y 2,5 puntos del PIB en 2050, deprimiendo el ahorro público (...) Para las generaciones más jóvenes, en muchos países ahorrar más para el futuro será cada vez más importante de cara a garantizar su jubilación”, destacaron.
En la Argentina no es una novedad que se necesita dar mayor sustentabilidad al sistema estatal de jubilación. Para ello, el Fondo planteó reducir el ingreso que reciben los nuevos jubilados.
“Instamos a los países a pensar bien los sistemas de pensiones y las redes de protección social más efectivos, y después poner en marcha las reformas necesarias”, arremetió Lipton, el N° 2 del organismo detrás de Christine Lagarde.
“Odio sonar como el FMI en este punto, pero hay países cuyos generosos sistemas públicos de pensiones pueden llevar a las finanzas públicas a una difícil situación. Deben considerar pasos como limitar las jubilaciones tempranas que reduciría las vulnerabilidades de largo plazo”, expresó Lipton.
Una solución concreta de los técnicos alcanza a los nacidos entre 1990 y 2009. “En las economías de los países más desarrollados, donde las pensiones han sido en gran parte reformadas, las simulaciones sugieren que el aumento de la edad de jubilación en cinco años (del promedio actual de 63 a 68 en 2050) cerraría la mitad de brecha proyectada en relación a lo (que perciben) jubilados de hoy. Si además aportaran un 6% adicional de sus ganancias cada año, cerrarían la otra mitad de la brecha”, sentenciaron.
Para los países en vías de desarrollo, proponen incentivar el ahorro en las familias y aumentar la cantidad de trabajadores activos, con efectivas políticas de empleo. “Los gobiernos pueden ayudar a sus ciudadanos estimulando el desarrollo de instrumentos del sector financiero a fin de fomentar el ahorro voluntario y adoptar políticas que alienten a las personas a prolongar su vida productiva. En los países de mercados emergentes y de bajo ingreso, también podrían fomentar más el trabajo en el sector formal”, sostuvieron.
Andrea Falcone, especialista en temas jubilatorios, aclaró el Gobierno nacional ya la puso en marcha esta recomendación. “Esta sugerencia ya la hizo y la reforma ya se efectuó. Hoy, la tasas de sustitución entre el haber de actividad y el de pasividad ronda entre 37% y 43% del último sueldo, cuando antes rondaba el 55%. O no registraron que la reforma ya se hizo o la quieren volver a bajar”, analizó la abogada previsional ante una consulta de ámbito.com.
“Bajarlo más sería irrazonable, ¿con cuánto nos vamos a jubilar? ¿Con el 30% del sueldo cuando lo razonable en el mundo es el 70%?”, se preguntó. Falcone reconoció que hay países con sistemas más equilibrados que permiten esas posibilidades. “Esos no tiene un tasa de sustitución del 70%., pero, por ejemplo en Estados Unidos, el reparto alcanza el 40% del último sueldo y con los planes de pensiones privados, que se acuerdan con los empleadores, complementan lo que les falta”, remarcó.