Varias empresas actualizaron ayer su cuadro tarifario. Un viaje largo en la ciudad puede costar más de $ 800.
A diez días de las fiestas de fin de año, cuando la demanda suele tener un repunte importante, el servicio de remises sufrió ayer un nuevo aumento no solo en el precio de la bajada de bandera sino también en todo el cuadro tarifario en el ámbito de la ciudad.
De esta manera, la tarifa mínima pasó de $ 110 a $ 125, lo que equivale a un incremento de poco más del 13 %, por debajo del 15 % que suele ser habitualmente la actualización que realizan los trabajadores del volante en Corrientes.
Pero, en realidad, se puede hablar de un aumento escalonado que acumula en total 25 %, ya que hace apenas dos meses había subido un 10 %, cuando pasó de $ 100 a $ 110. Esto se dio a comienzos de octubre y ahora esperan no volver a tocar el cuadro al menos hasta marzo del año que viene.
A pesar de que los combustibles no aumentaron, con esta suba los remiseros buscan recuperar algo de rentabilidad que habían perdido ya durante el año pasado, sobre todo en la primera etapa de la pandemia y el encarecimiento de repuestos y servicios de mantenimiento de los vehículos.
El cambio de precios ya comenzó a aplicarse ayer por parte de varias empresas, mientras que otras todavía sostienen la mínima a $ 110. Más allá de esto, desde el sector comentaron que en los próximos días se sumará el resto de las bases de la ciudad.
Viajes
Como es habitual, el porcentaje de aumento fue menor para las distancias más largas, pero, de igual manera, en las distancias mayores se hace sentir el incremento.
De esta manera, tras la actualización de ayer, un viaje en remís desde el centro hasta un barrio alejado puede costar alrededor de $ 540, si se toma como referencia el Laguna Seca, por ejemplo, u otro que se encuentre a siete kilómetros del centro aproximadamente.
En tanto, si el viaje es hasta Laguna Brava, uno de los barrios más alejados de la ciudad, el costo del pasaje superará los $ 800.
Esto se da en un contexto de escasa oferta, ya que desde hace varios meses las bases cuentan con pocos móviles y hay serias demoras debido a que muchos choferes abandonaron la actividad por la escasa rentabilidad desde que comenzó la pandemia.