Durante el 2018 la inflación acumuló una suba del 47,8% cerrando diciembre con un incremento mensual del 3,1%, según datos del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), organismo dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET)
Así lo marca el informe mensual de inflación correspondiente para diciembre de 2018 presentado por la UMET. Allí se detalla que la inflación mensual de los asalariados registrados fue del 3,1% en diciembre, por encima del 2,9% del mes previo.
De este modo, la inflación acumulada en 2018 cerró en 47,8%, la más alta desde 1991, superando a la inflación del 2002 (41%). El documento destaca que el año pasado, todos los capítulos de la canasta subieron por encima del 40% en 2018, excepto “Indumentaria y Calzado” y “Educación” (33,5% y 32% respectivamente).
Nicolás Trotta, Rector de la UMET, reflexionó: “Es claro que el 2018 será recordado como el peor año económico desde 2002. Por un lado, la devaluación del peso fue la más profunda desde ese año; por otro lado la suba de la pobreza, estimada en 7 por ciento, es la más pronunciada desde ese entonces; y a su vez la inflación fue la más alta no solo desde 2002, sino desde 1991, años en los que, además, Argentina estaba sumida en una profunda crisis económica y social”.
Los rubros que más sufrieron la inflación en diciembre fueron “Esparcimiento” (+7,4%) impulsado por la suba en precios de hoteles. En segundo lugar se ubica “Salud” (+7%), afectada por alzas en prepagas. Luego, “Equipamiento y mantenimiento del hogar” trepó 3,9%, seguido de “Indumentaria y calzado” (+3,1%).
“Alimentos y bebidas”, el capítulo que más pondera en la canasta, trepó 3,0% en diciembre. El resto de los capítulos presentó variaciones menores al 3%: “Vivienda” se encareció 2,5%, “Transporte y comunicaciones” 1,9% (hubo una ligera baja en la nafta), “Otros bienes y servicios” 1,8% y “Educación” 0,3% (en un mes donde por el fin del ciclo lectivo no hubo cambios en las cuotas de los colegios).
Acerca de la evolución del poder adquisitivo, para el IET, “entre noviembre de 2015 y diciembre de 2018, el salario real cayó 17,3% (la caída más profunda desde la crisis de 2001-2). Durante todo el año pasado, el poder adquisitivo cayó todos los meses desde enero sin haber encontrado aún un piso”.
“Gracias a la reapertura de paritarias, es probable que en los próximos meses se recupere parte de lo perdido, aunque resulta difícil prever volver a los niveles de 2017 (los cuales, a su vez, fueron 2% inferiores a los de 2015)”, advierte el informe.
En un dossier especial por el cierre del año, el informe resume posibles escenarios inflacionarios para 2019. Víctor Santa María, Secretario de Estadísticas de la CGT, destacó que “Las principales variables que van a determinar el escenario en 2019 se basan en el dólar, tarifas, salarios, apertura comercial, precios internacionales de las materias primas, y el efecto de la inflación que viene acumulada de años anteriores”.
“Respecto a las tarifas, el gobierno es un regulador directo del precio de los servicios públicos como el gas, luz, agua y transporte público, cuyo impacto en la canasta básica es altamente significativo, el aumento indiscriminado de las tarifas ejercen cada vez más presión sobre los salarios, que son un componente central de la demanda y, por ende, del consumo y el PBI. Si 2019 vuelve a tener el estrés cambiario de 2018, y las mismas subas indiscriminadas de los servicios básicos veremos un año igual o peor en materia de inflación”, concluyó el Secretario de Estadísticas de la CGT.