La crisis industrial alcanzó con fuerza a la multinacional argentina Arcor y dejó de lado el concepto de diferenciación entre grandes, medianas y pequeñas empresas afectadas por el impacto de las importaciones, el aumento de los costos y la caída del consumo. El Grupo controlado por la familia Pagani se enfrentó a tres años de balances negativos y diez de ausencia de crecimiento, lo que provocó una serie de medidas que ahondaron la inestabilidad laboral al punto de poner en riesgo 155 puestos de trabajo por el cierre total de dos plantas en la localidad mendocina de San Martín.
El anuncio realizado por la empresa destacó que "la industria frutihortícola no está atravesando un buen momento desde hace varios años, producto de los altos costos, el incremento de las importaciones y la caída generalizada de consumo".
"En este contexto, La Campagnola ha tenido que redefinir las operaciones del negocio a nivel industrial, a fin de mantenerlo operativo. Esto ha implicado en los últimos años, la incorporación de nuevas líneas en algunas de sus plantas y el traslado de equipos entre diversas plantas de la empresa, siempre con el objetivo de recomponer la competitividad y contribuir con la sustentabilidad del negocio", sostuvo el comunicado.
Días atrás, el Grupo Arcor desactivó por un mes la producción de alcohol que hacía en una de sus plantas en la ciudad bonaerense de San Pedro por sobre stock. Allí los 26 empleados fueron reubicados en otra línea de elaboración. Otro caso más reciente fue Arroyito, cuna de la alimenticia, en donde 80 de los 130 trabajadores tomaron vacaciones por la falta de actividad en la planta de molienda húmeda.
"En el caso puntual de la base productiva de San Martín, Provincia de Mendoza, el reordenamiento industrial mencionado implicará la mudanza de su capacidad productiva con el consecuente traslado de sus operaciones al complejo industrial ubicado en Villa Mercedes, Provincia de San Luis", destacó el comunicado.
Este movimiento significó un cierre definitivo de plantas. En hechos concretos, en San Martín no volverán a abrirse los portones de esa fábrica de 70 años de antigüedad. Así, la crisis dejó su marca de manera inequívoca a una de las dos multinacionales que tiene Argentina. "Frente a este escenario, la compañía ha decidido ofrecer diversas alternativas a los actuales colaboradores de la base San Martín, entre las que se encuentra el traslado a otras plantas del grupo", señaló la empresa.
Fuentes gremiales destacaron que existe una negociación en marcha aunque admitieron que apenas el 15% del personal estaría en condiciones de reubicarse para mantener el puesto laboral. En tanto que la empresa sostuvo que buscan ofrecer "opciones de continuidad a los productores locales proveedores de materia prima".
La Campagnola elabora anualmente 185 mil toneladas de producto, emplea en período de plena actividad a más de 1300 personas y participa en más de 12 categorías, entre las que se encuentran mermeladas, dulces sólidos, salsas, tomates, conservas vegetales, frutas y pescados.