Amnistía Internacional advirtió que podrían ser muchos más. En nuestro país, Gerardo Morales los amenazó con cárcel y multas de hasta un millón de pesos.
Semanas después de que los aplausos de las 21 al personal de la Salud se apagaran justo cuando más necesarios se volvieron, luego de que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, los amenazara con la cárcel y multas de hasta un millón de pesos y apenas unas horas más tarde de que la Sociedad Argentina en Terapia Intensiva (SATI) advirtiera acerca de la crítica situación que se vive en hospitales y clínicas privadas, Amnistía Internacional (AI) informó este jueves que al menos 7 mil profesionales de la Salud ya murieron en todo el mundo luego de haberse contagiado de coronavirus Covid-19 mientras hacían su trabajo.
Mientras el discurso anticuarentena impulsado por sectores de la oposición y algunos medios de comunicación cala cada vez más en la sociedad, SATI difundió ayer una carta abierta en la que advirtió "los intensivistas, que ya éramos pocos antes de la pandemia, hoy nos encontramos al límite de nuestras fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos por el trabajo continuo e intenso, atendiendo cada vez más pacientes. Estas cuestiones deterioran la calidad de atención que habitualmente brindamos. Enfundados en los equipos de protección personal, apenas podemos respirar, hablar, comunicarnos entre nosotros. También tenemos que lamentar bajas, personal infectado y lamentablemente, fallecidos, colegas y amigos caídos que nos duelen, que nos desgarran tan profundamente".
Esas mismas bajas son las que relevó AI y a las que ingentes sectores de la sociedad decidió darles la espalda reclamando cada vez mayores aperturas. México (con 1.320 muertes), Estados Unidos (1.077) y Brasil (634), tres países que rechazaron adoptar cuarentenas para evitar el avance de la enfermedad, son los que más víctimas fatales reúnen entre médicos, enfermeros, camilleros y demás profesionales de la Salud.
Son precisamente también los países que reúnen los mayores índices de infecciones y de muertes de la mano de la inacción de sus respectivos gobiernos.
“La muerte de más de siete mil personas mientras trataban de salvar a otras personas es una crisis de proporciones enormes. Cada profesional sanitario tiene derecho a unas condiciones de trabajo seguras y es un escándalo que tantos y tantas estén sacrificando su vida”, aseguró este jueves Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
“A muchos meses desde que empezó la pandemia, el número de muertes entre el personal sanitario sigue siendo espantoso en países como México, Brasil y Estados Unidos, al mismo tiempo que la rápida propagación de la infección en Sudáfrica e India muestra la necesidad de que todos los Estados tomen medidas", siguió y advirtió que “debe haber una cooperación global a fin de garantizar que se facilita a todo el personal sanitario equipos de protección adecuados para que puedan continuar haciendo su vital labor sin arriesgar su propia vida”.
Entre los países que registraron mayor cantidad de víctimas fatales por Covid-19 entre el persona sanitario también se encuentran el Reino Unido (649), Rusia (631), India (573), Sudáfrica (240), Italia (188), Perú (183), Irán (164) y Egipto (159).
AI advirtió además que "es probable que estas cifras sean significativamente inferiores a las reales debido a que en muchos de los países incluidos en el análisis la información es insuficiente".
Mientras el gobernador jujeño de Juntos por el Cambio los amenazó con cárcel y multas Cockburn pidió “a todos los gobiernos que tomen medidas urgentes para proteger la vida de los trabajadores y trabajadoras de la salud. Además de aumentar el suministro de equipos de protección, deben escuchar a los y las profesionales que denuncian sus condiciones de trabajo y respetar su derecho a organizarse”.
“Durante la pandemia, los gobiernos han calificado al personal sanitario de héroes y heroínas, pero esto carece de sentido cuando tantos trabajadores y trabajadoras mueren debido a la ausencia de protección básica”, concluyó.
En tanto, en la Argentina, desde la SATI aseguraron que "ahora sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos, que nos están dejando solos; encerrados en la Unidades de Terapias Intensivas con nuestros equipos de protección personal y con nuestros pacientes, sólo alentándonos entre nosotros. Observamos en las calles cada vez más gente que quiere disfrutar, que reclama sus derechos, la gente que se siente bien por ahora. ¿Qué pasará con ellos y sus familiares mañana? ¡Ojalá que no se transformen en uno de nuestros pacientes que, con fuerzas, trataremos de arrebatarle a la muerte! Porque nadie sabe cuándo el virus los infectará".
E imploraron: "Sólo le pedimos a la sociedad que reflexione, y que cumpla con tres simples pero importantes medidas, recomendadas científicamente: distanciamiento social (permanecer a más de 1,5 metros), uso de tapabocas (cubriendo nariz y boca), lavado frecuente de manos (con agua y jabón o alcohol gel), no aglomerarse, no hacer fiestas, ¡No desafiar al virus, porque el virus nos está ganando! Les suplicamos no salir si no es necesario. El personal sanitario está colapsado, los intensivistas están colapsado, el sistema de salud está al borde del colapso. Nosotros queremos ganarle al virus. Necesitamos que la sociedad toda nos ayude porque no podemos solos. ¡Por favor, ayudanos, quedate en tu casa!".