Tras haber enviado comunicaciones formales tanto al gobernador Gustavo Valdés como al ministro de Salud Pública Ricardo Cardozo, y de no haber obtenido respuesta alguna, el personal de ICAL (Instituto Correntino de Ayuda al Lisiado) evalúa recurrir a medidas de fuerza para intentar obtener alguna solución a la crítica situación que atraviesa la institución.
La que supo ser una emblemática institución de la provincia atraviesa en la actualidad un deplorable estado de abandono y los principales cuestionamientos pasan por la tarea del Director, el Licenciado Juan Ramón Melgarejo, a quien los trabajadores sindican como responsable directo.
Le endilgan una dramática inacción que repercute de lleno en el normal funcionamiento del ICAL, a lo que se suman las pésimas condiciones edilicias y el trato casi inexistente con el personal, entre otros puntos.
Todo esto se agrava por la falta total de respuestas a los planteos formales realizados, desde el mismo inicio de la gestión, lo que genera la sensación de que goza de una total impunidad frente a las autoridades superiores, que también están al tanto de la crisis y no pueden desconocer la visible ineficacia en la conducción del Instituto.