Los referentes del lugar explicaron que la denuncia que motivó la inspección fue por ruidos molestos, pero los agentes comprobaron que no había problemas en ese aspecto.
Agentes de contralor de la Municipalidad de Corrientes junto a la Policía clausuraron el Centro Cultural Espacio Mariño durante la madrugada del domingo, por mantener la puerta de entrada cerrada con llave.
Según señalaron representantes del centro que reúne a gran parte del circuito cultural local, los operarios de la Comuna acudieron al espacio por una denuncia de ruidos molestos a la línea municipal 0-800.
A fines de mayo pasado, el centro cultural se enfrentó a una medida de este tipo.
En esa ocasión, la clausura fue desestimada totalmente, pero las autoridades del Espacio Mariño reconocieron la existencia de conflictos con los vecinos de la zona por los ruidos.
Si bien los sonidos respetan los parámetros establecidos, la acústica hace que los habitantes de los edificios que rodean el sector denuncien constantemente el lugar.
En esta oportunidad, los agentes se presentaron respondiendo a la llamada por ruidos molestos, “pero la infracción se labró porque la puerta estaba cerrada con llave”, explicó a El Litoral uno de los referentes, José Acevedo.
El joven detalló los motivos por los cuales tomaron la decisión de cerrar la puerta.
“Nosotros trabajamos con reservas porque no queremos que se aglomere gente afuera: no vendemos entradas en puerta, solo anticipadas”, detalló Acevedo y explicó que esa es la manera de limitar la cantidad de personas en el lugar y mantenerse acorde a la situación epidemiológica.
“Una vez que ingresaron todas las personas que tenían que entrar, cerramos la puerta porque sino los jóvenes intentan acceder de igual manera al lugar”, indicó.
Cerca del final de la noche, que contó con jóvenes celebrando una fiesta de Halloween, los agentes llegaron y testearon el sonido pero encontraron que las condiciones eran las correctas.
Sin embargo, se focalizaron en la puerta cerrada y ese fue el motivo de la clausura. Acevedo consideró que “en algún punto es lógico que les haya molestado porque si pasa algo la gente no podría salir, pero había una persona cuidando en la entrada”. Lo definió como “un gris”.
Los agentes agregaron en el acta de inspección que faltaba señalización de emergencias y matafuegos, pero esto fue desmentido por los gestores culturales.
Ahora deberán continuar el proceso judicial para solucionar la situación. Anteriormente, el Juzgado de Faltas N° 4 desestimó por completo la denuncia y clausura por una supuesta fiesta clandestina con aglomeración de personas. Las autoridades judiciales comprobaron que no existió tal incumplimiento.
En tanto, las actividades programadas fueron suspendidas.
