Se inicia la etapa de desove y Recursos Naturales analiza prohibir la extracción de especies. Solo habilitará la pesca con devolución. Además, aplican un sistema de protección de cardúmenes ante el aumento del caudal del río.
El Paraná viene teniendo desde hace tres años niveles muy inferiores a los habituales. En varias ocasiones llegó incluso a batir récords históricos en cuanto al escaso caudal de agua.
Esto obligó a ajustar los controles sobre la pesca, una actividad muy extendida en la provincia. Pero más allá de los requisitos actuales que rigen para proteger a la fauna íctica, Corrientes analiza aplicar más restricciones a la extracción de peces.
El director de Recursos Naturales de la Provincia, Agustín Portela, dijo ayer, en diálogo con República de Corrientes, que el organismo analiza "cambiar las condiciones de la veda para proteger aún más a los cardúmenes".
El funcionario señaló que "actualmente se permite sacar hasta dos bogas por cada licencia de pesca y hasta seis por embarcación". Sin embargo, a raíz del seguimiento constante que realizan en el río, la idea es la prohibición total, dejando solo habilitada la pesca con devolución.
Motivos
"Esto no tiene tanto que ver con el nivel del río, aunque crezca, la idea es hacerlo igual", aclaró Portela. El motivo es que los peces están entrando a la etapa desove, proceso clave para garantizar el crecimiento de la población de diferentes especies en el Paraná.
Por las condiciones extremas de los últimos años, este proceso no pudo darse de manera óptima desde 2019 aproximadamente, lo que genera una fuerte preocupación en el Estado y también en organizaciones ambientalistas.
Con el Paraná ahora con un caudal lejos del nivel óptimo pero al menos cercano a lo que se considera "aguas medias", la idea es profundizar la protección para que los peces puedan largar sus huevos y reproducirse.
"Ya estamos hablando con pescadores, malloneros y también con referentes de Chaco y de Paraguay", aseguró el titular de Recursos Naturales de Corrientes.
Todavía no está definida la fecha en que comenzaría a regir esta veda más estricta, aunque aseguraron que sigue firme la decisión de llevarla adelante.
"La idea es consensuar con todos los sectores. Algunos pretenden que sea por 30 días", explicó Portela a este medio.
En tanto, trabajan también en la formalización de una medida que en realidad ya funciona actualmente: la protección de cardúmenes.
"Eso consiste en detectar a los peces que se mueven en grupo y preservarlos, prohibiendo completamente la pesca en esa zona", afirmó el funcionario provincial.