Con la declaración de la cuarentena estricta en marzo del 2020, no se registraron nuevas entradas de los vehículos durante casi dos meses. En el primer trimestre del 2021, la cifra fue de 73.
Desde el comienzo de la pandemia se enviaron al Depósito de Elementos Secuestrados del Poder Judicial de la capital correntina un total de 230 motocicletas, tan solo siete más de las contabilizadas para el mismo período del año anterior.
En el tiempo transcurrido desde la declaración de la cuarentena estricta y obligatoria para todo el país, en marzo del 2020 y fin de año, el número de ingresos fue apenas inferior al indicado durante el 2019, que contabilizó un total de 237.
Las estadísticas se corresponden con los datos del Registros de Motocicletas Secuestradas, del Depósito de Elementos Secuestrados del Poder Judicial.
El secuestro de los rodados por parte de las fuerzas de control provinciales y municipales obedece a diversos motivos. Entre los principales, se encuentran los robos y los siniestros viales.
Asimismo, varias dependencias de la justicia tomaron intervención en los casos: juzgados correccionales, de menores y de instrucción e incluso tribunales orales penales.
Según detallan los documentos oficiales, durante el 2020, solo 12 de los ingresos de las motos secuestradas se corresponden con violaciones a las medidas de seguridad por la epidemia, establecidas en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N° 297/20.
En tal sentido, el último de los ingresos relacionados a las disposiciones de seguridad e higiene para reducir los contagios de coronavirus se produjo en julio del año pasado.
Con la cuarentena y la reducción casi total de la movilidad, no ingresaron motos secuestradas durante casi dos meses: recién el 5 de mayo del 2020 hubo una nueva entrada al depósito y desde allí el número fue en aumento, al punto de casi igualar al año anterior.
En tanto, el primer trimestre del 2021 ya sumó un total de 73 motocicletas secuestradas.
De acuerdo con las planillas, de las 230 motos secuestradas desde marzo hasta diciembre del 2020, 76 estuvieron relacionadas a robos, hurtos o tentativas, siendo este el motivo con cantidades más elevadas.
En ese ranking, el segundo puesto lo ocupan los siniestros viales con consecuencias leves y graves: se registraron 58 motos por tal motivo. En tanto, dos fueron secuestradas por lesiones con consecuencias fatales.
Los ingresos por tenencia de elementos de dudosa o ilícita procedencia ocupan el tercer puesto, con 37.
Por resistencia a la autoridad y desobediencia a órdenes judiciales, el número es de 11.
Por homicidios u homicidios culposos, el número es de diez.
El resto de los ingresos se corresponden con estafas, falsificaciones, violencia de género, acoso, amenazas, tenencia no registrada de armas, entre otros.
Las estadísticas de las razones de ingresos de motos secuestradas siguen la línea de lo registrado en el 2019 para el mismo período: fueron 94 por robos y hurtos y 77 por siniestros viales. Por dudosa procedencia, 50.
Respecto al primer trimestre del 2021, se sumó un total de 73 motocicletas secuestradas, superando al mismo período del año anterior, que contabilizó 53.
Otra vez, la tendencia se sostiene: por hurtos, robos y tentativas fueron 38, encabezando la lista del 2021.
En segundo lugar, le siguen los secuestros relacionados a siniestros viales, que sumaron 28. De ese total, cuatro fueron calificados como homicidios culposos y tres como “lesiones graves seguidas de muerte”.
Las estadísticas se completan con motivos como amenazas, elementos de dudosa procedencia, encubrimiento, portación de armas, exhibiciones obscenas, entre otros.
Falta de espacio
En los últimos cinco años totalizan 1.270 motos secuestradas que terminaron en manos de la justicia provincial, según indican las planillas oficiales.
Dentro de los elementos secuestrados, las motocicletas son las más numerosas, lo que acentúa la problemática de la falta de espacio dispuesto para los vehículos que las autoridades incautan constantemente.
La Corte Provincial solicitó a jueces penales de la provincia dictar medidas necesarias para resolver la situación de los bienes en depósito, en especial motos y bicicletas.
Si bien estas últimas representan un número muchísimo menor, aumentan la problemática de la saturación de espacios: el último registro actualizado que abarca desde el 2016 hasta fines del 2020, se ingresaron un total de 133 bicicletas secuestradas en procedimientos.
En el 2020 se creó la Oficina de Depósito de Automotores Secuestrados, para optimizar la gestión de los vehículos secuestrados en causas judiciales.
