La empresa estatal de energía de la provincia aplicó incrementos que ya llegan a más del cincuenta por ciento en boletas de noviembre y diciembre de 2021. Idénticas subas se registran en los meses de enero y febrero de 2022. Nunca informó sobre esos aumentos y cada boleta oscila entre 9 y 10 mil pesos.
En el periodo del año que el servicio energético en la provincia de Corrientes colapsa, lejos de recompensar a sus miles de usuarios, la empresa provincial de energía aplica aumentos tarifarios que superan el 50% y lo hace sin ningún tipo de información ni explicación.
Falta aún el nuevo incremento del cuadro tarifario para este 2022 cuya audiencia pública que lo habilitará, tendrá lugar dentro de tres días en la localidad de Sauce.
La DPEC aplica de manera sistemática aumentos desde noviembre del año pasado: modificó el ítem “cargo fijo”. En algunos casos los llevó de $460,36 a $742,64. Siempre en usuarios residenciales.
También modificó la tarifa en el consumo mínimo de 600 kwh llevándola de $5.000 a $5.648. Si se pasa esa barrera de consumo se debe pagar un consumo como “excedente” que es lo que dispara las boletas hasta dejarlas en los $10.000.
Teniendo en cuenta que el verano en la provincia, sobre este periodo estival con temperaturas que rozaron los 50° todos los días desde enero pasado y largos cortes en el servicio por colapsos energéticos, no se entiende el motivo de semejantes aumentos.
En una provincia además donde casi el 50% de sus habitantes son pobres o están por debajo de la línea de pobreza. Salarios públicos y privados que están lejísimos de los $76.146 mensuales que necesita una familia tipo para no ser pobre.
