Una de las tantas problemáticas que acarrea la sequía, que ya va por su tercer año, tiene que ver con la cantidad de fauna que tiene que ser rescatada por los voluntarios del Centro Aguará. El panorama es desalentador: ríos, lagunas y arroyos se encuentran casi secos y esto conlleva una gran dificultad para los animales silvestres, cuya fuente principal de subsistencia es el agua.
A raíz de esta situación, la mayoría de las especies recorren grandes distancias para poder hidratarse, dejando atrás a sus crías y exponiéndose a muchos peligros como la caza, el atropellamiento o el maltrato. Para eso, el Centro de Conservación Aguará se dedica al rescate, rehabilitación y liberación de la fauna silvestre.
Sequía
"Las estadísticas fueron creciendo estos últimos tres años, los números se van superando con relación a la sequía, los animales se mueven mucho y corren mucho peligro", aseguró Catalina Mancedo, coordinadora del área de difusión y educación ambiental del centro, en diálogo con República de Corrientes. Al mismo tiempo, aseguró que "se encuentran buscando cuerpos de agua para poder vivir y alimentarse, y nosotros tenemos una fauna muy ligada al río Paraná, a los Esteros y a las lagunas; el agua es vital para ellos".
La ausencia de lluvias afecta a todos los animales por igual, pero desde el centro afirman que actualmente hay mayor ingreso de yacarés: "Recibimos muchos porque se están secando los Esteros, muchas veces se encuentran en las piletas de los vecinos, que nos llaman y nosotros los llevamos a un lugar donde hay más abundancia de agua".
Sin embargo, la proteccionista recalcó que "todos están afectados por la sequía, ahora tienen que recorrer grandes distancias para buscar agua y al moverse ellos se arriesgan a muchos peligros, como atropellamiento, ataque de perros, maltrato animal y mascotismo".
Sobre este último punto, aseguró que "tener un animal silvestre como mascota no está bien, porque le hacemos un gran daño sacándolo de su medio natural y esto sucede mucho con los carpinchos".
También indicó que gran cantidad de monos que llegan hasta las zonas urbanas son atacados por perros, mientras que las aves son víctimas de los mal llamados juegos con onda. "La situación de nuestra fauna es crítica porque la sequía va a seguir, no la están pasando bien ya hace tres años; es el momento de protegerlos", expresó Mancedo.
Rescate
Los animales no solo se hallan expuestos al calor y a la deshidratación, también tienen que padecer el peligro de los incendios y muchos de ellos, lamentablemente, mueren en esas condiciones. Para contrarrestar esta problemática, el centro cuenta con personal de rescate, quienes acuden al lugar de la quema para poder salvar a las especies que estén afectadas y llevarlas al centro para curarlas.
Ahora, aseguran estar más preparados para la temporada de incendios que se viene: "Contamos con nuevas instalaciones y equipamiento, vamos a tener una nueva unidad de cuidados intensivos para los voluntarios, para darle mejor alojamiento y estadía", comentó la referente, quien además informó que se suman muchas otras personas a ayudar desde otros países y provincias.
Con respecto a la temporada de incendios, expresó: "La herramienta principal es la educación ambiental, hay que dar el mensaje de que las quemas están prohibidas en toda la provincia y es responsabilidad del correntino que eso no vuelva a pasar".
Centro
Los voluntarios del Centro Aguará se encargan de atender a los animales silvestres que se encuentran heridos. Lo conforman un equipo de veterinarios y otro grupo de bienestar animal, quienes realizan tareas psicológicas y conductuales, además de los voluntarios.
Actualmente, el lugar alberga a 63 especies en rehabilitación y las que más abundan son las aves por la época reproductiva que comenzó en septiembre. En relación al estado de los animales, Mancedo afirmó: "Necesitan atención veterinaria porque están heridos o enfermos, el mayor ingreso que tenemos ahora son las crías, porque sus padres fueron matados o tuvieron que emigrar por falta de agua, pero no tenemos ingresos de animales graves".
También es común el ingreso por el tráfico ilegal de fauna, los cuales son decomisados por Gendarmería y la Policía.