Por tercera vez en dos meses, en el campo de Hugo Valenzuela apareció un animal sin lengua ni ubres. Si el hecho se repite, el ganadero planea convocar a un veterinario para estudiar científicamente a los animales.
"Tiene cortes limpios, no hay rastro de sangrado, ni siquiera huellas que indiquen que el animal pudo arrastrarse o embestir. Como si hubiera caído fulminado en el lugar. Le falta la lengua, las ubres y los órganos reproductivos", describió el dueño del campo, aunque esta vez la sorpresa ya se va transformando en enojo.
Otro dato "llamativo es que no se acerca a la osamenta ningún otro animal, como sería esperable cuando hay restos, como son los caranchos o los perros", relató.
Se trata del tercer episodio en poco tiempo. Las otras dos vacas aparecieron mutiladas en la misma zona del campo, a unos 400 metros de la ruta 12 y cerca de viviendas de pobladores.
"Cuando pasa una vez, y hasta dos veces, uno lo toma como algo curioso o anecdótico. Pero ya a la tercera vaca muerta, en poco tiempo, molesta más. Causa un perjuicio económico también. Ojalá que no vuelva a ocurrir, pero si sucede estoy dispuesto a convocar a un profesional veterinario para intentar dilucidar qué es lo que está pasando", anticipó el ganadero.
"Los vecinos más cercanos están a unos 400 metros y nadie vio nada. La mutilación es de la lengua, las ubres y los órganos reproductivos, en los tres casos. Se trata de cortes limpios, sin ningún tipo de rastro de sangre. Tampoco hay huellas de animales o personas alrededor. Es muy llamativo porque se trataba de vacas sanas. Uno recorre el campo todos los días y ve que no hay animales enfermos en la hacienda. Y de pronto aparece una vaca muerta y mutilada. El comportamiento también es llamativo: cuando una vaca padece alguna enfermedad, quedan huellas de que estuvo echada, tratando de levantarse. Aquí no hay registro similar de eso", describió Valenzuela.
En ese mismo sentido, los peones y el dueño del establecimiento ganadero advirtieron que "ni los caranchos, perros o ningún otro animal carroñero se acerca a la osamenta. Es muy extraño", acentuó.
"No hay explicación lógica. Espero que no vuelva a suceder, pero si pasa de nuevo estoy pensando en convocar a un veterinario para pedir que se haga una autopsia, y así develar algo de este misterio", comentó Valenzuela a Ronda de mates, que se emite por Alma de Radio (FM 89.9).
Los hechos no fueron denunciados como delitos a la Policía Rural ni reportados a ningún organismo de sanidad animal ni gubernamental. "Lo tomé al principio como episodios aislados, algo curioso o anecdótico. Pero es la tercera vez que sucede, causa un perjuicio económico", explicó. En ese sentido, además, no descartó la idea de colocar cámaras trampa o de videovigilancia en la zona, como para monitorear el movimiento en sus campos.
"Ahora es un poco tarde, porque la última vaca ya lleva varios días en descomposición. Pero si volviera a suceder, pediré la intervención de un veterinario", aseguró Valenzuela.
Chupacabras
La creencia popular le asigna la responsabilidad de estos episodios al Chupacabras, un personaje mitológico que se supone que ataca a diversas especies en zonas ganaderas y rurales. "Genera dudas el hallazgo, porque una persona –que existe en todos lados– que quisiera robar una vaca para vender o comer, no se llevaría solamente la ubre y la lengua. En ese comportamiento tan extraño es que se acrecienta el mito del chupacabras. En otros campos donde han pasado cosas similares desde hace 6 o 7 años, es el comentario más extendido", relató.
"En mi caso, siempre ocurre en el mismo sector del campo. Así, podrían instalarse cámaras u otros dispositivos para controlar", deslizó al final.
Vale recordar que en distintas secciones rurales de Esquina ya se habían reportado casos similares en 2013, 2018 y 2019.
En esas oportunidades, los hallazgos se habían dado también el tercera sección rural, y en la zona de Malvina.
Otros episodios similares sucedieron en campos de Palmar Grande, cerca de Mburucuyá en 2018, así como en otras partes del país -San Luis y Santa Fe fueron provincias donde se reportaron mutilaciones de vacas ese mismo año- aunque en esos casos, además de la lengua, la ubre y los órganos reproductivos también los animales habrían sido encontrados sin ojos.