La Municipalidad avanza en un trabajo de mejora vial.
Debido a los arreglos de bacheo que se está realizando en la avenida Juan Torres de Vera, se quitaron los reductores de velocidad y serán recolocados una vez que finalicen las obras. La medida se tomó porque la reparación del asfalto podría estropearlos.
Los trabajos de bacheo tienen como objetivo realizar una mejora en la circulación de vehículos en la ciudad. “En la esquina de Catamarca y Vera se están realizando tareas de bacheo y por lo tanto se sacaron los reductores de velocidad, pero se colocarán nuevamente cuando se terminen los arreglos”, afirmó Juan Acinas, subsecretario de Tránsito y Seguridad Vial municipal. “Hay un programa de colocación de reductores que se va haciendo gradualmente, dando prioridad a los lugares donde hay más siniestros o en las zonas de escuelas y demás edificios concurridos. Esto según lo que diga el mapa de siniestralidad”, informó a El Litoral.
Durante el 2018 la gestión capitalina comenzó a sacar los lomos de burro en mal estado y anunció la instalación de un nuevo sistema en “zonas necesarias”.
En ese entonces, el secretario de Movilidad Urbana, Jorge Sladek, adelantó: “La idea es colocar unos que son de un material relativamente flexible que, al pasar el vehículo por encima, se hunde levemente”.
Los reductores de velocidad se encuentran en la zona de la avenida Juan Torres de Vera, en el tramo entre las calles Caá Guazú y Mendoza. En ese tramo, también se colocó un equipo de cámaras de videovigilancia, a través del programa “Paradas seguras”.
Antecedentes
En 2011, a través de la Resolución Nº 255/11, el Defensor del Pueblo de Corrientes de ese momento, Miguel Alegre, había peido al Municipio de la ciudad de Corrientes que “ordene el retiro o reemplazo de los obstáculos puestos en la vía pública, mal llamados reductores de velocidad”. La exigencia se basa en que las características de los dispositivos para control de tránsito no se ajustan a lo establecido por la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449.
La medida había surgido en ese momento ante los numerosos pedidos de vecinos de distintas zonas de la ciudad que solicitaron la intervención de la Defensoría para el retiro de los reductores, al considerar que “ocasionan múltiples inconvenientes: impiden descansar, producen frenadas y aceleraciones bruscas, el paso de motociclistas con escapes libres y temblores de camiones y colectivos ocasionan rajaduras en veredas y viviendas”, argumentaron.