En el día de San Juan María Vianney, la Iglesia celebra este 4 de agosto el día del sacerdote. En ese marco, el obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramón Canecin, expresó su cercanía con el clero, destacando su tarea y los anima a “caminar juntos con alegría y cerca de las comunidades".
El obispo compartió con los sacerdotes de la diócesis su agradecimiento en nombre de la “Iglesia y de la humanidad” por haber “escuchado la voz del Señor” que “susurro en los oídos y en el corazón” de cada uno.
“El Señor los llamó a dejar todo, para seguirlo solo a Él” destacó monseñor Canecin.
El obispo animó a los sacerdotes a prolongar "en sus vidas la misión que el Padre encomendó a Jesús, siendo pescadores de hombres” expresó.
Agradeció a los sacerdotes “por su sí” e hizo propias las expresiones de San Pablo a Timoteo “revivan el don recibido por imposición de las manos”.
En este día del presbítero que “El Señor reavive , ese don que supieron recibir, que con tanto cariño y con tanto afecto, supieron estrenar y lo siguen viviendo a lo largo de su existencia pastoral y sacerdotal”.
“Que se pueda reavivar ese don” reitero monseñor Canecin.
Invito a “poner todo de nuestra parte” como dice el Papa Francisco, para “caminar juntos” con los laicos, consagradas, diáconos, presbíteros y el obispo, porque “queremos llegar lejos queremos caminar juntos” y el que “quiere llegar rápido camina solo, pero no construye el reino”.
“Caminemos juntos, asumiendo y llevando a la práctica lo que juntos hemos pensado, rezado, discernido, elegido, votado en el plan diocesano de pastoral” subrayó.
Alentó a “tener en cuenta la centralidad de Jesucristo, los jóvenes, una Iglesia en salida misionera”.
“Queremos ser esa Iglesia sencilla y ministerial” concluyó. -