Cifras que preocupan y alertan. ¿Cuál es la situación actual de las enfermedades de transmisión sexual en adolescentes en nuestro país?
En los últimos tiempos se ha visto un aumento sostenido de la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual en nuestro país y el mundo. Una de las que más aumentó su incidencia fue la sífilis, una infección bacteriana, que si no es detectada a tiempo puede poner en riesgo la salud de quien la padece.
Las enfermedades de transmisión sexual son infecciones que se contagian de una persona a otra usualmente durante el sexo vaginal, anal u oral. Son muy comunes y muchas personas las poseen, incluso sin saberlo.
La realización de estudios para controlar la salud es clave para detener el aumento de las infecciones, más allá de que haya síntomas o no. Sin tratamiento, estas enfermedades pueden causar serios problemas de salud.
Lamentablemente, a partir de 2020, como consecuencia de la pandemia por COVID-19, se vio afectada la notificación de casos. Sumado a una disminución en la asistencia de la población a centros de atención médica asociada al confinamiento y a una reestructuración de los servicios, enfocándose principalmente en la atención de pacientes con patologías respiratorias. Por lo tanto, las estadísticas 2020-2021 no reflejan la realidad actual ¿a qué escenario nos enfrentamos?
Si expresamos en números la situación actual de nuestro país, según el Boletín N°38 "Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina" (Emitido por Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, del Ministerio de Salud de la Nación Argentina, 2021), para 2020 la tasa de incidencia de sífilis en población general fue de 22,84 personas cada 100 mil habitantes, con una caída de un 59,3% respecto del año previo en el que la tasa de incidencia fue de 56,12 personas por cada 100 mil habitantes.
En cuanto a la secreción genital purulenta -que puede ser signo de una infección de la vagina y/o del cuello del útero o de una infección genital alta-, en 2019 presentaba una tasa de 11,7 casos cada 100 mil personas, y pasó a 7,1 cada 100 mil habitantes en 2020, con caída interanual del 39,3% asociado a las modificaciones asociadas a la pandemia por COVID 19.
Por último, en 2019, la tasa de VIH para ambos sexos fue de 10,7 por 100 mil habitantes, con una tasa 2,45 veces superior para hombres con respecto a las mujeres.
Teniendo en cuenta que el 98% de los nuevos casos de VIH se contagiaron por vía sexual, y además ésta es la causa fundamental del contagio de otras enfermedades tales como el Virus del Papiloma Humano, la sífilis, gonorrea, hepatitis B y C entre otras, hay que hacer énfasis en la utilización de métodos de barrera, ya sea mediante la utilización de preservativos o campo de látex tanto para sexo oral, vaginal o anal.
"Debemos derribar las "excusas clásicas" asociadas a éstos como la incomodidad, disminución en la sensibilidad, afectación en la erección, irritación en la piel entre otras, para fomentar su utilización", destacó la doctora Adriana Giaccaglia, miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ).
Si analizamos como ejemplo las infecciones por sífilis en Argentina, la mayor proporción de pruebas positivas durante el 2020 corresponden al grupo de 15 a 24 años. Lo cual nos lleva a interpretar que se trata un grupo de riesgo, donde debemos potenciar los medios de protección y aumentar los testeos, acción fundamental para bajar la tasa de positividad, ya que evidentemente están quedando muchos individuos sin diagnosticar.
El inicio de relaciones sexuales a edades más tempranas, la promiscuidad, las conductas de riesgo asociadas al consumo de sustancias (drogas ilícitas, alcohol) y la utilización de métodos anticonceptivos de corta y larga duración (que cada vez se apunta a que sean más cómodos, seguros y confiables), para evitar embarazos no deseados, pero a su vez generan cierto exceso de confianza y se pierde de foco la importancia de utilizar métodos de barrera.
Dada la situación actual, es imprescindible enfatizar en las acciones de prevención, concientización y educación asociadas a este tipo de enfermedades destinadas a la población general, pero haciendo hincapié en el grupo de jóvenes con mayor vulnerabilidad. En la escuela, en casa, en la visita al especialista, hay que dejar de lado los tabúes y hablar de sexo, por la salud propia y la de quienes queremos.
ASESORÓ: Dra. Adriana Giaccaglia, Medica Tocoginecologa (matricula provincial Mendoza: 10635), Especialista en Ginecología Infanto-Juvenil. Miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ). Más información: www.sagij.org.ar