El estado de las rutas en nuestro país, especialmente aquellas que son vitales para el comercio exterior, ha sido objeto de constantes reclamos por parte de transportistas, choferes de camiones y operadores de comercio exterior. El deterioro de la cinta asfáltica, por donde transitan diariamente camiones de importación y exportación, ha llegado a niveles calamitosos, afectando tanto la seguridad como la eficiencia de las operaciones logísticas. Este problema es particularmente crítico en el acceso al Complejo Terminal de Cargas de la Aduana de Paso de los Libres (COTECAR), en Corrientes.
A pesar de los permanentes reclamos dirigidos al estado, las respuestas han sido insatisfactorias. Las autoridades responsables del mantenimiento de estas infraestructuras han declarado repetidamente la falta de recursos económicos para llevar a cabo las necesarias reparaciones. Ante esta situación, la Cámara Libreña de Transportistas de Cargas y Afines (CALIBRE) de Paso de los Libres decidió no esperar más y tomar cartas en el asunto.
Conscientes de la importancia de tener rutas en buen estado para el desarrollo económico y la seguridad vial, CALIBRE contrató a una empresa privada para realizar los trabajos de reparación de la cinta asfáltica. Bajo la supervisión de Julio Ríos y Rodolfo de la Soie, miembros de CALIBRE, los trabajos se llevaron a cabo de manera eficiente y finalmente se completaron. El costo total de la obra ascendió a $1,100,000 más IVA.
Los recursos económicos para financiar estos trabajos fueron solicitados a las empresas transportadoras que operan en la frontera y a los socios de CALIBRE. Varias de estas empresas y socios ya han contribuido generosamente, permitiendo que las obras se llevaran a cabo sin mayores contratiempos. Delia Flores, presidenta de CALIBRE, expresó su agradecimiento a quienes han apoyado la iniciativa: "Contratamos una empresa e hicimos la obra. Cuando la iniciativa privada se junta, los resultados se ven rápidamente."
La acción de CALIBRE destaca la capacidad de la iniciativa privada para responder de manera efectiva a las necesidades del sector, especialmente cuando las soluciones por parte del estado son insuficientes. Sin embargo, también subraya la necesidad urgente de un compromiso más fuerte por parte de las autoridades para asegurar que las infraestructuras críticas para el comercio y la economía del país estén en condiciones óptimas. La falta de obras y de dinero no puede ser una excusa perpetua, y se debe buscar una colaboración más estrecha entre el sector público y privado para asegurar el mantenimiento y desarrollo de las rutas.
El ejemplo de CALIBRE muestra que, con determinación y colaboración, es posible superar los obstáculos y mejorar las condiciones para todos los involucrados en el comercio exterior. No obstante, es crucial que esta responsabilidad no recaiga exclusivamente sobre el sector privado y que las autoridades tomen medidas concretas para garantizar el mantenimiento y la mejora de las infraestructuras viales en todo el país.
