A un mes de su partida al "Reino de Los Cielos", una de sus sobrinas reveló detalles desconocidos de la vida del sacerdote que por 12 años estuvo en la Iglesia Nuestra Señora de La Merced. Resumió que su carrera estuvo concentrada en difundir los valores franciscanos.
Ayer se cumplió un mes del fallecimiento del padre José Ramón Ceschi, reconocido sacerdote famoso por la difusión de los valores de la Iglesia Católica en micros de radio y televisión. El franciscano pasó por Corrientes en la década del ‘80 y dejó su huella en toda la feligresía que recuerda con mucho afecto sus enseñanzas, su sonrisa y su voz; aspectos de su personalidad que lo dotaban de un carisma pocas veces visto en los ámbitos eclesiásticos.
Analía Nuñez Ceschi (42), una de las sobrinas del cura, habló con diario época a fin recordar detalles de su vida y personalidad que son poco conocidos pese a ser un figura muy popular en Argentina. Ella es hija de Lidia Ceschi, quien forma parte de los 11 hermanos que tuvo el religioso. De este grupo, tres se dedicaron a difundir la palabra de Dios: María Luisa (82), Cecilia (79) y José (80). Ellos tomaron los hábitos incentivados por su madre (abuela de Analía), Elena de Pietri, quien no pudo cumplir su sueño de ser monja. "De pequeño, el Tío Pepe jugaba a ser sacerdote en La Penca, su pueblo natal. Ellos eran una familia muy humilde y las salidas a misa representaban su único entretenimiento", recordó la mujer que vive en Villa Ocampo (Santa Fe).
Antes del 2017, año en que el cura sufrió su primer ACV, todos los hermanos se reunían en enero para compartir un tiempo en familia. "A nivel familiar era muy carismático, simpático, cariñoso, y siempre compartía chistes sanos. A la vez, tenía el don de brindar una palabra de aliento cada vez que se la necesitaba", rememoró Analía. Con ella, Ceschi tuvo una relación especial, ya que compartían el mismo gusto por la comunicación a través de la radio.
El principal objetivo de sus recordados mensajes, según sus familiares, era transmitir los valores de los franciscanos: la humildad y la entrega sin esperar nada a cambio. "Durante toda su trayectoria, recibió numerosos regalos y nunca se quedó con ninguno, siempre los entregaba a quienes más lo necesitaban", aseguró. Asumiendo su rol de comunicador, Ceschi aprendió ocho idiomas, dominando con más perfección el italiano, polaco, inglés, alemán y francés.
Si bien a los 23 años (1964) se ordenó sacerdote de la Orden Franciscana, Analía reconoció que su popularidad creció desde que llegó a Corrientes, en su paso por la Iglesia de La Merced y su activa producción para canales locales y medios gráficos. "Corrientes era su segundo hogar en el mundo, siempre recordaba la provincia con mucho afecto", declaró.
Desde que Analía comenzó a informar en sus redes sociales sobre la salud de su tío, la mayoría de los mensajes de acompañamiento provenía de correntinos. "Fueron incontables mensajes de personas que contaban su experiencia y las sensaciones positivas que les generaba escucharlo en la radio o en el cierre de transmisión . Lo que más destacaron es que transmitía paz y hay quienes creen que era correntino".
De la provincia, también se llevó el gusto por el chamamé, algo que estaba reforzado por un entorno familiar compuesto por músicos. Además, era un amigo de "Monchito" Merlo, acordeonista que lo visitó hasta sus últimos días.
Sus problemas de salud
En junio de 2017 sufrió su primer ACV en Santiago del Estero. A partir de allí, perdió la movilidad de la mitad del cuerpo y el habla. " Para él, la palabra tenía un significado muy fuerte y perderla le dolió. Toda su vida estuvo dedicada a transmitir la palabra de Dios y de un día para el otro ya no tuvo la capacidad de hablar. Pese a ello, siempre mantuvo su linda sonrisa".
El Padre murió el 16 de octubre en la Casa de las Siervas del Señor Jesús, en Rosario. Tras un segundo ACV en julio, su estado de salud empeoró y luego ya no se podía mover. "Fue una pérdida muy grande para mí y para la gente que seguía sus enseñanzas. A su vez, hay familias enteras que lo eligieron para sus casamientos y bautismos".
"No sé si podré volver a verte pronto", le dio a entender mediante gestos a Lidia, cuando lo visitó a tres semanas de su partida. Por su parte, Analía tomó la responsabilidad de difundir los valores que promulgaba y en la actualidad trabaja en recuperar sus cortos radiales para distribuirlos entre sus seguidores.