A pesar de que en el Portal Laguna Iberá se incendiaron más de 10.000 hectáreas, muchos animales lograron escapar y encontrar refugio en áreas que se salvaron del fuego. Este fue el caso de las dos parejas de Aguará guazú que estan siendo monitoreandos por la Fundación Rewilding Argentina con collares con tecnología GPS y VHF.
Según el informe de la Fundación, cada pareja de aguará guazú tiene un territorio bien definido que conocen bien, el cual no se superpone con el de la otra pareja. Dejaron de usar las zonas quemadas y Preta y Malevo (cuyo territorio fue más afectado) se movieron dentro del territorio de Vándalo y Malandra, el cual sufrió cambios en su ubicación debido al arribo de la nueva pareja.
Otoño significa el comienzo de una nueva época de apareamiento, por lo que veran si los cambios en el ambiente provocados por el fuego repercute en la actividad reproductiva de las parejas de aguará guazú.
Las tareas de monitoreo utilizando tecnología de punta resulta fundamental para conocer cómo un elemento natural como el fuego -hoy muy magnificado por las sequías y quemas provocadas- afecta a una especie amenazada como el aguará guazú.