María Isabel Bordón es feriante desde hace 17 años y ofrece especialidades de la gastronomía correntina. Este miércoles lluvioso vendió casi 100. Las cocinadas en aceite, las preferidas.
Chipá cuerito se llaman en nuestra región, sopaipilla en la zona de Cuyo y torta frita en la cultura rioplatense y gran parte del país. Este delicioso bocado de masa frita, ligeramente salada y con un pequeño agujero en el centro es la delicia preferida para ser consumida en días de lluvia.
La torta asada a la parrilla, otra versión de la preparación, es también ideal para ser consumida como merienda o a mediamañana, acompañada con mate o cocido.
En la feria municipal de la plaza Torrent, este miércoles lluvioso llamó a los vecinos casi como con una melodía secreta al puesto de María Isabel Bordón, una correntina que trabaja como feriante con platos típicos desde hace 17 años.
Risueña, siempre de buen humor, doña Isa no se avergüenza de decir que su comida es muy rica. “Mi marido me dice que queda mal que lo diga yo, pero es para que la gente sepa, que tenga confianza. Preparo todo a la vista, en el momento, porque a la gente le gusta ver cómo se hace lo que está por consumir”, explicó a República de Corrientes esta cocinera que aprendió las recetas entre fogones de su padre, Beato Bordón, siendo muy chica.
“Mi papá me enseñó a cocinar. En mi casa hacíamos viandas, con preparaciones tradicionales como guisos o locro. Y siempre me gustó la cocina”, reconoce. El sábado pasado, en coincidencia con el Día del Trabajador, el locro fue la especialidad ofrecida. Y, aunque solo los días festivos ofrece comidas especiales, en su puesto cada día se encuentran empanadas fritas, sopa paraguaya, torta de queso, pastelitos rellenos y tortas fritas y a la parrilla.
“Los días de lluvia tengo que prepararme con más cantidad de tortas, porque la gente se vuelca a las plazas a buscar”, aseguró Isabel.
Ayer preparó y vendió hasta que se le terminó todo, más de 70 tortas fritas y unas 30 asadas. “Llevo la masa preparada y la estiro para cocinar en el momento”, apuntó. Los pastelitos de queso criollo con ralladura de limón, otra confitura típica correntina, fueron otra de las especialidades más buscadas. “También se fríen en el momento. Son mucho más ricos cuando están calentitos”, explicó.
Isabel trabaja con la ayuda de otra mujer que la suele acompañar, pero, como el miércoles la ayudante estuvo ausente, la asistieron su yerno y su marido, Gregorio.
“Con mi esposo, me levanto a las 4 de la mañana todos los días, para cargar todo lo necesario en un autito viejo que tenemos y así armar el puesto en la plaza a las 6 de la mañana”, relató. Los martes se encuentra en la plazoleta de Vera y 25 de Mayo, los miércoles en la plaza Torrent, los jueves en la de La Cruz y los sábados en el parque Mitre.
“La feria ya es una tradición. Me volqué a esto en 2005 y nunca más dejé. Hay familias como los Cuenca o los Torres, que también están desde el principio. Incluso hay horticultores, que comenzaron los padres, luego se retiraron y hoy continúan los hijos. Hay mucho respeto, compañerismo y amistad entre los puesteros”, aseguró Isabel, quien regresó a su domicilio luego de feriar recién cerca de las 17, tras 13 horas de labor.