Dentro del gabinete provincial se desató una cacería para dar con “el hijo de …que abrió la boca”. Fue lo primero que dijo el gobernador al hacerse pública la información del envío de esos fondos sobre los que oficialmente no hay registros. Hasta ahora no fueron publicados en el Boletín Oficial de la Provincia.
El último viernes 16 de febrero pasado el mediodía se conoció la información sobre el giro de una partida de $1.000 millones de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a la provincia de Corrientes, lo que en algún momento debió ser un mero trámite, se convirtió en un escándalo de índole política porque ese envío de dinero se dio en medio de la pelea que mantiene el Presidente con los gobernadores por el ajuste que aplica el Jefe de Estado justamente en los envíos de recursos a las provincias.
“Quien fue el hijo de puta que abrió la boca” contaron al menos dos funcionarios de segunda línea quienes a la vez recibieron ese comentario de ministros. La ira del gobernador fue por la filtración de esa partida y que la misma habría servido para pagar el gasto de una transmisión televisiva del carnaval de la ciudad de Corrientes.
El gobernador de Corrientes ahora será visto con recelo por parte de sus pares de Juntos por el Cambio (JxC), ya que en medio de la pelea con el Presidente, recibió esa partida de dinero. También en medio de los ataques presidenciales a los jefes distritales que pagan festivales y artistas con dinero público.
Además, el mandatario correntino empezó a ver ¿fantasmas? por la filtración y cree que esas ánimas podrían emerger de algunas catacumbas de su propio partido para socavar su alianza que busca consolidar con el líder libertario. Un emprendimiento que mira a 2025.
También lo que dañó la filtración fue la visita presidencial que se producirá esta tarde desde las 19.30. ¿La filtración también tuvo como objetivo embarrar esa visita? Son los espíritus malignos que ve el gobernador en su búsqueda de quien “abrió la boca”.
Gustavo Valdés abriga por estas horas dos cuestiones, una ligada a la otra: un temor y una necesidad. Lo primero es que el Presidente de la Nación le instale en la provincia un candidato libertario para competir la gobernación el año que viene con lo que rompería la eterna polarización entre los frentes provinciales liderados por la UCR y el PJ. Una fórmula que siempre dio resultado al oficialismo local.
Lo segundo, la necesidad, es lograr una foto con el Presidente en el ocaso de este lunes. La imagen servirá para trabajar esa alianza deseada con La Libertad Avanza rumbo a 2025 y quizás ponerlo en el plantel de mimados del líder libertario.