El arzobispo emérito de Corrientes consideró que es urgente descubrir "el verdadero amor, en Quien, muerto en la Cruz, lo encarna a la perfección".
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, afirmó que “mientras persista el pecado, el amor sufrirá una distorsión terminológica inhabilitante. Lo comprobamos a diario”.
“El amor es importante para las personas, pero pocos son quienes se empeñan en hacerlo objeto de una opción libre y responsable”, profundizó en su sugerencia para la homilía dominical.
El prelado consideró que el acuñado proverbio español “obras son amores y no buenas razones” es un logro literario cierto y convincente, pero “el ‘nuevo’ mandamiento que Jesús dicta a sus discípulos, revela la verdadera naturaleza del amor”.
“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado ámense también ustedes los unos a los otros”, recordó citando el evangelio de San Juan.
“El amor de Cristo, a su Padre y al mundo, es la expresión humana perfecta del amor divino”, sostuvo.
Monseñor Castagna estimó “urgente” la necesidad de descubrir “el verdadero amor, en Quien, muerto en la Cruz, lo encarna a la perfección”.