"El cristianismo no es una ideología, ni se agota en un espacio político. Es la vida misma de quienes se adhieren, por la fe, al misterio cristiano", afirmó el arzobispo emérito de Corrientes.
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, aseguró que “el mundo necesita que los cristianos sean su fermento saludable y contribuyan a enfocar sus acontecimientos históricos bajo la lumbre de la Vida nueva que Cristo genera para todos”.
“Se lo logra viviendo el misterio de la fe y ofreciendo -por la acción del Espíritu- el obsequio de la propia libertad. Trasciende los objetivos de una misión evangelizadora bien organizada”, subrayó, y agregó: “El fermento se mezcla con la masa, le da consistencia e identidad”.
El prelado recordó que la Conferencia Episcopal de Santo Domingo (1992) ahonda el concepto de “cultura cristiana”, al que “no entiende como la intromisión indebida de la religión en la política, o en una especie de complicada teocracia”.
“El cristianismo no es una ideología, ni se agota en un espacio político. Es la vida misma de quienes se adhieren, por la fe, al Misterio cristiano”, sostuvo.
“Las personas son quienes se constituyen en portadoras de los valores cristianos”, concluyó.