El arzobispo emérito de Corrientes recordó que "se cumple en Él lo que han profetizado los grandes del Antiguo y Nuevo Testamento: hacer que todos los seres humanos se conviertan".
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, invitó a procurar extraer de la celebración pascual “lo que reclaman los pobres y sufrientes de nuestra sociedad”.
“Si la incredulidad ocasiona situaciones irreconciliables de división, necesita aceptar - desde la fe - el desafío de revertir sus efectos”, planteó en su sugerencia para la homilía del Domingo de Pascua.
“Los grandes testigos de la fe, los santos, crearán situaciones morales y doctrinales capaces de eliminar pacíficamente el error, con la Verdad y el odio, con el amor”.
Monseñor Castagna subrayó que “Cristo viene a salvar, no a condenar. Se cumple en Él lo que han profetizado los grandes del Antiguo y Nuevo Testamento: hacer que todos los seres humanos se conviertan y ‘tengan Vida en Él’.