El Arzobispo Emérito reflexionó junto a época sobre el presente social de las familias en cuarentena. “Noto a la gente dolorida, enojada y asustada”, expresó el religioso. Valoró el esfuerzo del personal sanitario y pidió que “nadie se sienta sólo, máxime los enfermos”.
El arzobispo emérito de Corrientes, Domingo Salvador Castagna, dialogó ayer con época y dejó un claro mensaje para las familias de la provincia. El prelado pidió que el aislamiento social, las restricciones y la eterna cuarentena por COVID-19 “no nos distancien espiritualmente y que en estos tiempos tan difíciles, en los hogares se abrace más fuerte la fe y la oración; que nadie se sienta sólo, máxime si está enfermo”.
El Pastor también habló de cómo ve a la ciudadanía en esta coyuntura socioeconómica y sanitaria. “Noto a la gente dolorida, enojada y asustada por la crisis generada por el brote de coronavirus. Es entendible que estén desconfiados de lo que dicen los dirigentes y exijan mayores oportunidades para poder trabajar y estudiar, pero el virus no da tregua y no queda otra que cuidarnos entre todos, respetándonos y preservando la salud de toda la comunidad”.
Por otra parte, Castagna recordó que durante este fin de semana (12 y 13 de junio) se concretará la Colecta Anual de Cáritas en las parroquias de la Diócesis, e instó a que los que puedan, tengan un acto de caridad para aquellos que más lo necesitan.
“La solidaridad es uno de los valores y gestos que más se precisan en un presente como el actual. Establecer relaciones fraternales y de mutualidad pueden ser de gran ayuda para los más necesitados, quienes siempre son los más expuestos ante este tipo de contingencias socioeconómicas”.
Sobre el hospital de Campaña
“Quiero destacar la heroica labor realizada por las personas que trabajan en el hospital de Campaña Escuela Hogar, desde el primero al último”, destacó Monseñor.
“Todo el personal sanitario debe saber que su tarea es encomiable y la sociedad reconoce su denodado esfuerzo por asistir y curar a tantos enfermos, aún a riesgo de sus propias vidas y de la de sus seres queridos”, exaltó el Emérito.
En el final de la comunicación, Castagna insistió en que “nadie debe sentirse sólo, es un momento para acudir a la oración, para recuperar o encontrar en la fe la fuerza para enfrentar estos días de pandemia. No bajemos los brazos”.