Lo que falta es información. Además de las segundas dosis, claro. Pero, aun así, la provincia avanza desordenadamente en la vacunación para los inmunizados con una dosis de Sputnik V. Es probable que sea consecuencia de la falta de provisión de dosis del componente 2 y también de la intercambiable que oficialmente comenzó a distribuir el gobierno nacional, la dosis de Moderna. Sin embargo, los criterios de aplicación son exclusivamente resueltos por el Ministerio de Salud de la provincia.
Así, hay personas inmunizadas de diferentes edades que tienen la aplicación del componente 1 de Sputnik V de fines de abril que no tienen la chance de acceder a las vacunas, mientras el criterio de aplicación se rige por la edad de los interesados en vacunarse.
No es que no sea una decisión acertada aplicar el criterio de la edad, pero a ello debería acompañarse un blanqueamiento de los números totales de personas que están esperando hace más de 90 días acceder a las segundas dosis y de las dificultades que la escasez de vacunas para completar los esquemas.
El apuro está relacionado con la posibilidad de que la variante Delta del Covid-19 comience a tener circulación viral en territorio argentino. Los grandes centros urbanos del país, CABA, el conurbano bonaerense o la provincia de Córdoba están sospechados de la existencia de transmisión local. De ahí a que los casos irradien hacia el norte y el sur del país no hay nada. Ya lo hemos visto durante la primera y la segunda ola.
Pero en ambos picos de crecimiento de la pandemia hubo fuertes restricciones, un poco menos en la segunda, y claro, no estaba presente la variante Delta.
Otra de las diferencias está relacionada con las personas que estaban vacunadas y a la vez tenían factores de riesgo. Ahora están obligados a presentarse a trabajar. El fin de las restricciones, a su vez multiplica los contactos entre personas y sus diferentes círculos. Las condiciones están más que facilitadas para el caso en que llegue Delta, pero también para las actuales cepas que circulan en el país, entre ellas la Manaos.
Se anunció que un vuelo de Aerolíneas se apresta a partir este fin de semana hacia Moscú para la búsqueda de nuevas dosis del componente 2, también se espera que el Instituto Gamaleya y la ANMAT le den el visto bueno a las producidas en la Argentina. Pero tampoco hay información de plazos ni de la marcha de esos trámites que podrían dar un poco de certidumbre, para esa porción de vacunados en la provincia.
El advenimiento de las elecciones para las que falta menos de un mes, debería poner a los funcionarios que defienden su gestión para reclamar el voto de la gente, ponerle una cuota de responsabilidad para un sector de la población que apostó desde el principio a la campaña de vacunación, que no se plegó a las especulaciones que la dirigencia política opositora agitó en contra de las vacunas rusas y poner en blanco sobre negro los datos e informar las razones.
El gobernador Jorge Capitanich informó a través de sus redes sociales que la provincia superó este sábado el millón de dosis aplicadas de la vacuna contra la COVID-19. “Agradezco el compromiso de todas y todos quienes llevan adelante esta campaña histórica de vacunación”, dijo el primer mandatario.
Pero los números de la provincia están mostrando la gran cantidad de personas que todavía no se dieron la segunda dosis. Casi 700 mil personas recibieron la primera, y menos de la mitad, completaron el esquema de vacunación. Con mucha lentitud también avanza la vacunación en menores. A pesar de tener las dosis para completar esquemas, solo el 60% de la población objetivo de entre 12 y 17 años ya recibieron la primera vacuna.