La Provincia intensifica las acciones de vigilancia y alerta preventiva de fiebre amarilla en Garruchos, Garabí, Liebig, Santo Tomé y Gobernador Virasoro, ante la notificación de casos de la enfermedad en Brasil, cerca de la frontera con Misiones.
En esas cinco localidades, la dirección general de Epidemiología del ministerio de Salud realiza un plan de monitoreo para posteriormente definir a la población objetivo y avanzar con la vacunación antiamarílica. El trabajo se extenderá de forma progresiva a las demás localidades de la costa del río Uruguay, aseguraron.
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa aguda de origen viral que tiene una duración breve y gravedad variable. La infección puede progresar hacia la denominada etapa de intoxicación, con síntomas de insuficiencia hepato-renal, con hematemesis, melena y otras manifestaciones hemorrágicas.
La transmisión se da por la picadura de mosquitos que pueden ser del género Aedes, Haemagogus o Sabethes.
La principal medida de prevención contra la fiebre amarilla es la vacunación. La vacuna es segura y accesible, y proporciona una inmunidad efectiva para toda la vida contra la enfermedad. La población susceptible, quienes no fueron vacunados antes, comprende a personas de entre 12 meses y 59 años.
Desde el ministerio de Salud buscan garantizar la vacunación de trabajadores rurales, personal de parques nacionales, personal de salud, transportistas, fuerzas de seguridad y todo personal esencial ante la contingencia de un brote. Del mismo modo, a personas que requieran viajar a áreas con riesgo de circulación viral, cuyo viaje resulte impostergable.
A la fecha no ha sido evaluada la coadministración de vacunas contra la covid-19 y vacuna contra la fiebre amarilla, por este motivo, se recomienda respetar un intervalo de 14 días para la administración de dichas vacunas.
