Aunque resta la aprobación de la Jefatura de Gabinete nacional, el regreso de la actividad es un hecho. Aunque todos coinciden que será un proceso lento y con muchas dificultades, sobre todo para el sector independiente.
Larga espera la del teatro presencial. Aunque las últimas novedades acerca de una reapertura inminente de algunas salas arrojan algo de alivio para un sector que sufre las consecuencias de ocho meses de inactividad. “Se confirmó el regreso de la actividad teatral y musical con público presencial en salas de espectáculos”, anunciaba ayer por la tarde la cuenta de Twitter del @Multiteatro, complejo del empresario Carlos Rottemberg, integrante de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET).
El anuncio llegó tras la reunión realizada el lunes en el Centro Cultural Kirchner entre autoridades de la Secretaría General de Presidencia, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo de la Nación, junto a miembros de AADET, la Asociación Argentina de Actores (AAA) y la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI), en la que se consensuó un protocolo sanitario nacional. En ese marco, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de su Ministerio de Cultura, presentó el primer pedido de habilitación de la actividad artística con público presencial en salas de espectáculos, con un protocolo detallado que espera ser aprobado esta semana por la Jefatura de Gabinete de la Nación, para poder iniciar así finalmente la nueva etapa.
“Celebro el valor simbólico que tiene dejar de ser una actividad clausurada, obviamente regida por un protocolo sanitario que minimice los riesgos ante la pandemia -que nunca dejamos de respetar- como ya ocurre en otras actividades. En estas horas se están arbitrando en la práctica las disposiciones que regirán la apertura, observando su cumplimiento para imaginar tener los primeros espectáculos con público presencial en pocos días”, afirmó a Página/12 Rottemberg, quien participó de la reunión y es una de las voces más activas en la difusión del panorama teatral local.
De cara a una temporada de verano que ya está autorizada, las aperturas serán graduales. “Ahora viene una primera etapa que siempre supimos que habría que recorrer desde el momento en que se destrabase el cierre total que se impuso desde marzo. Y al igual que en otros países el regreso será lento. En un inicio, con pocas ofertas, equipos de trabajo acotados y público sujeto a aforos permitidos. Y seguramente, por la fecha del año, la mayor incorporación de nuevas marquesinas llegará en enero”, anticipó el productor.
“Era muy importante que nos confirmaran que el teatro vuelve”, señaló por su parte Alejandra Darín, presidenta de AAA, también presente en la reunión, en diálogo con este diario. “Sabíamos que abrir las salas era una necesidad que en algún momento íbamos a tener, y por eso venimos trabajando sobre el protocolo hace muchos meses en conjunto con el Estado, AADET, ARTEI, ESCENA, Actores y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Fue un trabajo silencioso, porque hasta que no se tuvieran certezas, no se podía jugar con las expectativas de la gente en un momento donde todo es incertidumbre”.
El pasado viernes, el presidente Alberto Fernández decretó la finalización del aislamiento social y el comienzo de una nueva fase de distanciamiento que seguía sin contemplar la apertura de teatros, una información que inquietó a la comunidad teatrera. Y por eso el nuevo encuentro trajo alivio.
“Necesitamos empezar a soñar con recuperarnos. Y este es el primer paso concreto y público que damos, producto de muchos pasos dados antes”, sostuvo Darín, quien resaltó el compromiso de las autoridades en avanzar con la aprobación del protocolo presentado. “El trámite lleva un tiempo, pero desde la Jefatura de Gabinete nos aseguraron que iba a ser lo más ágil posible, así que esperamos que entre esta semana y la otra se pueda volver de a poco, como ya han hecho otras actividades”, comentó al respecto de la presentación que deberá presentar cada jurisdicción.
El protocolo presentado es exhaustivo. Allí se indica, entre las medidas principales, que las salas deberán garantizar una distancia interpersonal de dos metros entre actores, trabajadores y público, uso de cubrebocas en todo momento tanto para el personal como para las personas ajenas al establecimiento, quedado exceptuados los artistas al momento de salir a escena, y el uso de alcohol en gel sobre el escenario. Además, se señala que “el coeficiente de ocupación del aforo será de un máximo del 30% en relación a la capacidad máxima habilitada, siempre y cuando el establecimiento cuente con renovaciones de 40 m3/h por persona, sin recirculaciones”. Por otro lado, otro de los ítems más destacados es el de la ventilación de las salas, lo cual representa una inversión económica extra.
Frente a la pronta reapertura, el circuito independiente es el que más dificultades afronta. “Siempre supimos que la vuelta no iba a ser de un día para el otro. Quizá algunas salas puedan abrir, pero la situación no es sencilla, porque hay muchos condicionamientos”, señaló Liliana Weimer, presidenta de la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI), que participó del diseño del protocolo aunque no fue convocada a la reunión. “Los anuncios del viernes produjeron un shock en el circuito teatral comercial e independiente, porque trabajamos mucho en el protocolo, y por eso también nos llamó la atención que no hayamos sido convocados”.
La opinión entre los teatreros del off es casi unánime. La reapertura no resuelve la situación, pero sí es un paso simbólico y necesario. “Estas son herramientas para poder ir moviendo lentamente la actividad, pero no son la solución de nada. Por otro lado, tenemos muy claro que todo el primer semestre del 2021 va a ser muy complicado, porque la gente no va a ir en masa a los teatros”, apunta Weimer al mismo tiempo que señala la importancia de declarar la emergencia cultural como medida complementaria a la apertura.
“Venimos pidiendo la emergencia en la Ciudad hace mucho, porque Nación lanzó distintas líneas de ayuda para paliar la situación, pero por parte del gobierno porteño hemos recibido sólo una ayuda económica a mediados de año, y ahora dicen que en este momento no hay dinero. Y con la apertura de salas no sabemos cuánto dinero tendremos que invertir. Por eso necesitamos que dentro del presupuesto general, haya una partida presupuestaria extra para el sector”.
A la espera de la aprobación definitiva, los artistas continúan trabajando para concretar el reencuentro con su público. “Cada sala está realizando un auto diagnóstico respecto de sus condiciones de ventilación, algo que es muy importante, porque lo último que supimos es cómo viaja el virus a través del aire, entonces eso es lo que más estamos estudiando”.
El movimiento de la comunidad artística es permanente, y se expresa a diario en las redes sociales. Con los hashtags #EmergenciaCultural y #TeatroSeguro, ARTEI emprendió este domingo una nueva campaña con las leyendas: “Toda la Ciudad de Buenos Aires abierta. Nuestros teatros siguen cerrados” y “Nuestra actividad está agonizando y nuestras salas van camino al cierre definitivo”. Y a las 13 de ayer, actores y actrices del circuito comercial se reunieron de forma presencial frente a la puerta del teatro Broadway, convocados por el bailarín, coreógrafo y productor Flavio Mendoza, para reclamar por la reactivación de su actividad. Pero la cuenta regresiva ya está activada. Y todo indica que en el lapso de días se podrá volver al teatro.