Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Info General

Voluntariado: el trabajo de los que cuidan a los más vulnerables

En una sociedad marcada por la crisis económica, social y los propios problemas cotidianos, se podría pensar que es difícil que las personas se involucren en causas solidarias. Sin embargo, aún en tiempos adversos, hay quienes que se unen y trabajan para mejorar la calidad de vida de los animales.

Esto puede verse en el crecimiento considerable de entidades civiles, ONG, y grupos autoconvocados que surgieron en el último tiempo. Por esa razón, EL LIBERTADOR habló con tres jóvenes que participan activamente en diferentes organizaciones y conoció qué los motiva a ayudar.

Sin esperar nada a cambio

Aymara Belén Riotorto es estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social, y participa como voluntaria en Pequeños Peludos (PP). Una organización que se dedica al rescate de animales que no tienen hogar. Se unió en agosto cuando vio que se buscaban manos extras.

«Ciertamente no lo pensé mucho, cuando vi la publicación simplemente me comuniqué y enseguida Lorena Soto Berzzotti -referente de PP- me respondió y me integró al equipo», agregó.

A cada voluntario se le capacita para saber cómo intervenir ante una determinada situación. «Esto es colaborativo, un grupo en el que, si uno no puede, hay otros dispuestos a hacer las cosa. Todos nos movemos con el mismo ideal de ayudarlos».

Enfatizó en que siempre sintió que debía involucrarse y ayudar, «no se trata de mí, se trata de ellos, de cada uno de esos animalitos que vemos en la calle o en casas con personas irresponsables, que no tienen intenciones de atenderlos y amarlos como uno más de sus familias», explicó la joven.

Actualmente, el grupo está integrado por 15 personas aproximadamente, y cada colaborador asume diferentes responsabilidades. Que van desde tener los botiquines con medicamentos, que se utilizan en los rescates. Brindar tránsito hasta que estén en condiciones de ser adoptados, los traslados y difundir información a través de las redes sociales, la principal tarea que lleva adelante Aymara.

La joven de 22 años enfatiza en que sólo se trata de involucrarse, porque «a todas las personas les gustan los animales, verlos lindos con collares, bien bañados, atendidos y jugando. Pero nadie se pone a pensar que algunos están en la calle pasando frío, calor, hambre o sed», remarcó.

Por último, la joven periodista dijo: «Dar mi tiempo en esto, significa ver a un perro o un gato con una familia que los ame y por ende uno menos sufriendo afuera».

Brindar el tiempo

Marisol Caminos cursa la Licenciatura en Ciencias Biológicas, y es coordinadora del Área de Bienestar Animal en el Centro de Conservación Aguará. Se unió como voluntaria en mayo de 2020 (plena pandemia) y desde entonces trabaja activamente.

El Centro Aguará, se encuentra en la ciudad de Paso de la Patria (kilómetro 20). Su función principal es el rescate, rehabilitación y liberación de especies autóctonas lesionadas o en riesgo, que llegan al mismo como resultado de los operativos contra el tráfico de fauna silvestre, la caza furtiva, el mascotismo y el maltrato animal, con el propósito de reintroducirlos a su ambiente natural.

«Uno de los pilares fundamentales es su sistema de voluntariado», enfatizó la joven. Del que pueden participar estudiantes de carreras como Biología, Veterinaria, guardaparques, temáticas ambientales y afines.

«Decidí sumarme porque necesitaba seguir creciendo de manera profesional. Había realizado cursos internacionales sobre el Bienestar Animal, pero no tenía donde aplicarlos, busqué y encontré esta gran posibilidad», explicó la joven de 25 años.

Para finalizar, Caminos añadió que «una de las mayores satisfacciones como voluntario es ver la evolución del animal. Como este individuo que recibís en un estado delicado, sale adelante, se rehabilita y luego sucede la parte mágica». Marisol dijo que ante esta situación «es inevitable que se te caiga una lágrima, se te llene el pecho de orgullo y abraces a tus compañeros que tanto lucharon al igual que vos. Porque el animal vuelve al lugar de donde nunca debió salir, vuelve al monte, a su hogar, con sus pares, vuelve a ser libre».

Y los recursos

Castillo Andrea, desde el año 2019 es voluntaria en el Movimiento Argentino de Protección Animal Corrientes (Mapac). Ya tenía experiencia previa ayudando a animales pequeños y a través de eso conoció al equipo que principalmente se caracteriza por ayudar a caballos. Que en su gran mayoría son víctimas de la tracción a sangre, según muestran en sus redes sociales.

Andrea, se desempeña en distintas tareas, desde ayudar a alimentar y realizar las curaciones necesarias. En su experiencia destacó que se observa una situación de completa vulnerabilidad y «miseria» por las condiciones en las que muchos de ellos se encuentran cuando son rescatados.

«El voluntario es importante para mí porque lamentablemente ellos no pueden defenderse de tanto maltrato y explotación al que son sometidos diariamente», dijo la joven de 34 años.

También hizo hincapié en que cualquiera podría actuar para cambiar esta situación y evitar que continúe, pero «lamentablemente hay mucha gente que no se involucra», concluyó.

Dejá tu opinión sobre este tema
VOLUNTARIOS VOLUNTARIADO

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso