En el 45° aniversario de la consagración, la iglesia Catedral “Nuestra Señora del Rosario”, también celebró los años de la ordenación episcopal de monseñor Alberto Pascual Devoto. Para honrar la solemnidad, celebraron una misa presidida por el obispo, monseñor Adolfo Ramón Canecin el 17 de septiembre de 1961. “Que cada bautizado pueda valorar y descubrir su lugar en la Iglesia” animó el prelado diocesano.
En su homilía, monseñor Canecin reveló que, éste día “providencialmente coincidía con el aniversario de la ordenación episcopal del primer obispo diocesano, monseñor Alberto Devoto”, que se realizó en la Catedral de San Isidro donde fue consagrado por el entonces obispo monseñor Antonio María Aguirre.
El obispo centró su homilía en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, destacando que “Pablo trata sobre la diversidad de dones otorgados por el Espíritu Santo a los miembros del cuerpo de Cristo”, y enfatizó en que “cada uno tiene una función importante. Así como cada parte del cuerpo es importante, para su funcionamiento adecuado, cada miembro de la iglesia es fundamental para el bienestar y el crecimiento del cuerpo de Cristo” y destacó “la diversidad de dones y la importancia de buscar los mejores para construir la iglesia”.
“Desde el día de bautismo todos los bautizados somos miembros del cuerpo de Cristo que es la Iglesia” subrayó. Y continuó “en la Iglesia hay algunos miembros que hacen de corazón, no se los ve,” y en esa línea destacó “que la Iglesia tiene muchos miembros y cada uno de ellos son importantes, porque cada miembro del cuerpo ayuda a que el cuerpo funcione, sea saludable y cumpla la misión que Dios ha encomendado”.
Ánimo “cada bautizado tiene que descubrir su lugar en el cuerpo que es la Iglesia, el rol, la vocación y la misión que tenemos en la Iglesia” porque “Somos Iglesia. Somos el cuerpo de Cristo y miembros de ese cuerpo”.
“Que la Palabra de Dios, nos ayude a revalorizar nuestro bautismo, descubrir que somos hijo de Dios e hijos de la Iglesia. Nadie puede tener a Dios por Padre, si no tiene a la Iglesia por Madre” destacó.
“Que importante es la Virgen María en el cuerpo que es la Iglesia. La Virgen es la mediadora universal de toda gracia. Todo lo que es de Dios puede llegar al cuerpo a través de la bienaventurada Virgen María y todo lo que la Iglesia quiere entregar a Dios, pasa a traves de ella, llega a Cristo y luego al Padre” concluyó el obispo.
Previo a la celebración eucarística, la Hermana Alcira Blanco de la Congregación de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, tuvo a su cargo un relato histórico sobre la historia de la Iglesia Catedral de Goya, destacando que el 17 de septiembre de 1979 fue dedicada la Catedral y se colocó debajo del altar las reliquias de primer grado de San Justino y de Santa Victorina, que fueron llevados en procesión desde el Instituto Santa Teresa de Jesús hasta el templo catedralicio.
“He tenido la gracia de estar presente en ese momento de la dedicación, así que, por eso, hoy puedo contarles con todo mi cariño y “como signo externo de la dedicación se colocaron en 12 cruces en las columnas del templo, son de piedra rosada de la localidad de Mercedes y representan a los 12 apóstoles” evocó.
“Damos gracias a Dios y a la Virgen del Rosario que quiso estar en una Iglesia dedicada” concluyó la hermana Alcira Blanco.-