El menor fue llevado en moto porque se había desmayado, tras tomar una medicación.
Una paramédica de la localidad correntina de Goya le salvó la vida a un niño de un año y ocho meses que llegó al Centro de Atención Pública de la Salud (CAPS) sin signos vitales.
Se trata de Laura Merello, quien a través de maniobras de RCP logró asistir al menor que había sufrido una convulsión febril que derivó en un paro.
"Con gran orgullo, queremos felicitar públicamente a Laura Merello, parte de nuestro personal quien, en conjunto con Vicky Gómez y María Vallejos, todas personal de CAPS Sarmiento lograron salvar la vida de un niño de 1 año y 8 meses, ¡quien llegó sin signos vitales! Es trabajo en equipo, es pasión y dedicación. ¡FELICITACIONES por no dudar un segundo!", indica el posteo que compartieron "Paramédicos de Goya" para felicitar la loable labor y rápida asistencia de Laura Merello, paramédica y sus compañeras agentes sanitarios, al recibir en urgencias a un bebé de un año y ocho meses sin signos vitales.
Según detalló la profesional al portal TN Goya, "el sábado llegó a la sala un muchacho en moto con un nene desmayado, de un año y ocho meses. Aparentemente le habían dado una medicación para bajar la fiebre y se desmayó".
"El muchacho era el vecino de la criatura y los padres le pidieron que le traiga con urgencia porque estaba grave. La casa del niño queda a tres o cuatro cuadras del CAPS", agregó Laura.
Allí, la paramédica dijo que vio que "no tenía pulso y empecé a hacerle la maniobra de RCP".
"Mi compañera María Vallejos (agente sanitario) constataba la pulsación del niño y ni bien hubo un leve pulso, subimos con mi otra compañara, Vicky Gómez, en una moto y fuimos urgente al hospital. No dudamos ni un segundo", explicó Laura.
"Al llegar al hospital lo estabilizaron, le pusieron oxígeno y constataron que había hecho un paro cardiorespiratorio y lo que tuvo fue una convulsión febril", detalló la paramédica.
"Si no llegábamos a tiempo y le hacíamos la maniobra de RCP, el niño probablemente fallecía", dijo tras la angustia y el actuar contrarreloj para salvar la vida del pequeño.
"Gracias a Dios pudimos actuar rápido y luego de estar en observación, le pusieron algo para la fiebre y recibió el alta", comentó con alegría Laura.