Cada vez hay más personas que padecen hambre en el mundo, pero no hay capacidad suficiente para ofrecerles asistencia. Según estimaciones de la ONU, son 307 millones de personas las que necesitarán ayuda humanitaria en 2025, pero la recaudación de dinero, que ya era insuficiente, disminuirá y al menos 117 millones se quedarán sin recibir alimentos o cualquier otro tipo de asistencia.En 2024, las Naciones Unidas recaudaron apenas el 46% de los 49.600 millones de dólares que buscaba para destinar en ayuda humanitaria en todo el mundo. Es el segundo año consecutivo en el que no logra reunir ni siquiera la mitad de lo necesario, y el déficit ha obligado a las agencias humanitarias a recortar raciones y también a reducir el número de personas que pueden recibir ayuda. En Siria, por ejemplo, donde el Programa Mundial de Alimentos (PMA) —el principal distribuidor de alimentos de la ONU— solía alimentar a 6 millones de personas, ahora alcanzará para alimentar a un millón, según las proyecciones. «Estamos quitándoles a los hambrientos para alimentar a los que se están muriendo de hambre», dijo Dagash Kamara, directiva del PMA . El recorte de ayudas tiene que ver con la inestabilidad política generalizada. Alemania, que es uno de los principales donantes de la ONU , ya ha recortado 500 millones de dólares en fondos entre 2023 y 2024, y el gabinete ha recomendado seguir reduciendo la ayuda humanitaria de 2025 en otros 1.000 millones, aunque será el Parlamento el que establezca el presupuesto después de las elecciones federales en febrero.Noticia Relacionada estandar No Diez crisis humanitarias que siguen sin resolver, más allá de Oriente Próximo R. A. Ahora Israel e Irán, pero otros conflictos de distinta naturaleza dejaron devastadas a poblaciones enteras y siguen activos fuera del foco mediáticoOtra fecha que las organizaciones humanitarias tienen en mente es el 20 de enero, cuando Trump comience su segundo mandato presidencial. Aún no está claro como el magnate abordará este tema, pero ya en su primer período intentó recortar la financiación estadounidense y ha contratado asesores que dicen que hay margen para recortes en la ayuda exterior.El papel de EE.UU. en la lucha contra el hambre es fundamental; en los últimos cinco años ha proporcionado 64.500 millones de dólares en ayuda humanitaria, lo que supone el 38% del total de contribuciones de ese tipo registradas por la ONU. Un número que contrasta con el de otras potencias mundiales; Rusia, China e Irán, juntas, aportaron menos del 1% de la financiación.Sudán, una hambruna prolongadaUno de los países que peor la está pasando es Sudán, que padece una guerra civil desde abril de 2023 . La hambruna se ha extendido por todo el territorio y los informes indican que seguirá profundizándose. Son decenas de miles las muertes que ha causado el combate y son 12 millones los que han tenido que abandonar su hogar, creando la mayor crisis de desplazamiento del mundo.638.000 sudaneses sufren «niveles catastróficos de hambre», según el último estudio de Integrated Food Security Phase Classification (IPC), mientras que otros 8,1 millones se encuentran al borde de la hambruna. El mismo informe señala que, entre diciembre y mayo, 24,6 millones de personas, que representan aproximadamente la mitad de la población de Sudán, se enfrentarán a «altos niveles de inseguridad alimentaria aguda».En octubre, expertos de la ONU acusaron a las dos partes en conflicto de utilizar «tácticas de hambruna» contra los civiles. Las agencias de ayuda dicen que el gobierno alineado con el ejército ha puesto obstáculos burocráticos a su trabajo, aprovechando su legitimidad internacional como autoridad gobernante para cerrar puntos clave de acceso a la ayuda.Jean-Martin Bauer, director de seguridad alimentaria y análisis nutricional del PMA, advirtió que «una hambruna prolongada se está apoderando de Sudán». «La gente se está debilitando cada vez más y está muriendo porque ha tenido poco o ningún acceso a los alimentos durante meses y meses».