La última vez que se tuvo noticia de Austin Tice fue hace doce años en Siria. El periodista estadounidense, con los ojos vendados y las manos atadas, era escoltado por cinco hombres encapuchados, armados con rifles y lanzagranadas. Mientras ellos gritaban en árabe «Dios es grande», Tice, visiblemente angustiado, murmuraba: «Oh, Jesús, oh, Jesús». Era en un vídeo, que el régimen de Bashar al Assad empleó para alegar que el periodista, como muchos otros extranjeros, había caído en manos de las brutales milicias islámicas que se habían dado al secuestro, la extorsión y las ejecuciones sumarias. Ahora, Joe Biden ha tomado la decisión personal de mandar a su enviado especial para la liberación de rehenes, Roger Carstens , a Líbano con el objetivo de establecer contacto con las milicias que controlan actualmente Siria, con la esperanza de lograr la liberación de Austin Tice, a quien la Casa Blanca considera aún con vida. La teoría del Gobierno estadounidense —y es solo una teoría— sostiene que Tice estuvo, en realidad, bajo custodia del régimen sirio, que habría fingido que su captura fue obra de los opositores. El régimen siempre ha negado esta acusación, asegurando que los responsables de los secuestros masivos, muchas veces utilizados como medio de financiamiento, fueron primero Al Qaida , después el Estado Islámico y, más tarde, el Frente Al Nusra. Este último grupo yihadista fue fundado en 2012 por Abu Mohamed al Jolani, quien hoy controla gran parte del país tras el éxito de su revuelta.Abu Mohamed al Jolani , declarado terrorista y con una recompensa de 10 millones de dólares ofrecida por Estados Unidos para su captura —a pesar de que ahora se contempla negociar con él la liberación de rehenes—, ha sido señalado repetidamente por el Gobierno estadounidense como responsable de numerosas atrocidades, incluido el secuestro masivo. En abril de 2013, juró lealtad a Al Qaida y a su líder, Ayman al Zawahiri, uno de los cerebros detrás de los ataques del 11-S. Con el tiempo, Al Jolani fue marcando distancia tanto de Al Qaeda como de otros grupos, hasta que en 2017 fundó Hayat Tahrir al-Sham. Bajo este liderazgo, ha buscado reinventarse, adoptando el discurso de un nacionalista sirio dispuesto a dialogar. Pero su pasado esta ahí. En abril de 2015, el Frente Al Nusra secuestró a unos 300 civiles kurdos en un puesto de control en Siria, aunque posteriormente fueron liberados. En junio de ese mismo año, el grupo se atribuyó la masacre de 20 residentes en la aldea drusa de Qalb Lawzeh, en la provincia siria de Idlib. Según EE.UU., El Frente Al Nusra ha recibido financiación de diversas fuentes, incluidas las extorsiones mediante secuestros de extranjeros. Esta campaña también ha incluido ataques directos contra civiles alauíes, la secta a la que pertenecía la élite de los Assad, en Latakia. El grupo llegó incluso a difundir públicamente la ejecución de un clérigo alauí secuestrado el 26 de agosto de 2013, un episodio que marcó una radicalización significativa.Noticia Relacionada estandar Si Al Jolani se reinventa para aplicar su hoja de ruta: esconder su pasado yihadista con un llamamiento a la unidad David Alandete El líder de la revuelta repudia a Irán, a lo que Estados Unidos dice que va por el camino adecuadoLa amenaza a EuropaEn 2013, una comisión de investigación de la Cámara de Representantes del Capitolio advirtió en una audiencia sobre el ascenso de Abu Mohamed al Jolani y su grupo, el Frente Al Nusra. En aquel momento, señalaron que «Jabhat al-Nusra y sus líderes, incluido Abu Mohamed al Jolani, parecen estar enfocados principalmente en derrocar al régimen de Assad y, posiblemente, en lanzar ataques contra Israel. Sin embargo, es posible que las intenciones de Jolani evolucionen y el Frente Al Nusra, o grupos disidentes, puedan llevar a cabo ataques en Occidente, incluso antes de la caída del régimen de Assad». Además, advirtieron de que el acceso del grupo a combatientes extranjeros, su red externa en Europa y otras regiones, así como su experiencia en la fabricación de explosivos, indicaban que podría tener la capacidad de planear y ejecutar ataques contra objetivos en Occidente.Desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, más de 700 periodistas han perdido la vida, incluidos al menos 20 reporteros extranjeros, convirtiendo al país en uno de los lugares más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo. Entre los casos más sonados están los de James Foley y Steven Sotloff, periodistas estadounidenses que fueron secuestrados y ejecutados brutalmente por el Estado Islámico en 2014, en asesinatos filmados y difundidos como parte de la campaña propagandística del grupo yihadista.Al Jolani, el líder islamista que ha ganado la batalla a Bachar al Asad EFEAl Jolani tuvo en sus inicios una relación cercana con Abu Bakr al Bagdadi, el líder de lo que entonces era Al Qaeda en Irak, que más tarde se convertiría en el Estado Islámico. Al Jolani llegó a estar bajo la tutela de Al Bagdadi cuando fue enviado en 2011 a Siria para expandir las operaciones del grupo en medio de la guerra civil. Fue en ese momento cuando Al Jolani fundó Al Nusra, con el objetivo de derrocar al régimen de Bashar al Assad y establecer una base sólida para los yihadistas en Siria.Este verano, un informante estadounidense sugirió que Austin Tice, el periodista norteamericano desaparecido, podría estar retenido por Hizbolá u otras milicias chiíes, grupos que, en realidad, son enemigos de Abu Mohamed al Jolani y están alineados con la dictadura de Bashar al Assad. El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, declaró al respecto: «Lo importante, sean quienes sean sus captores, es que Austin regrese a casa».