Al recibir al plenario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Francisco los animó a integrarse en la vida del pueblo fiel de Dios.
El papa Francisco recibió hoy a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, ante quienes sintetizó en las palabras "discernir" y "acompañar" el servicio que deben prestar.
El pontífice les agradeció el trabajo que realizan al servicio de la vida consagrada en la Iglesia Universal, y expresó su cercanía a quienes creen en el futuro de la vida consagrada.
Con el pensamiento en el espíritu que animaba a Juan Pablo II cuando convocó el Sínodo de los Obispos sobre la Vida Consagrada, Francisco destacó lo decisivo de centrarse en “el don de Dios, en la gratuidad de su llamada y en el poder transformador de su Palabra y de su Espíritu”, y con ello quiso animar a quienes “en los diversos institutos e iglesias particulares” ayudan a los consagrados a partir de una memoria “deuteronómica” a “mirar el futuro con confianza”.
“¿Por qué digo memoria 'deuteronómica'? Porque es muy importante recordarlo, ¿no? Ese mensaje del Deuteronomio: 'Recuerda Israel, recuerda'. Esa memoria de la historia, de la propia historia, de la propia institución; esa memoria que es memoria de las raíces. Y eso nos hace crecer. Cuando perdemos la memoria, ese recuerdo de las maravillas que Dios ha hecho en la Iglesia, en nuestro instituto, en mi vida -cada uno puede decir-, perdemos fuerza y no seremos capaces de dar vida. Por eso digo memoria 'deuteronómica'".
Atención a los abusos de autoridad y de poder
El pontífice, que conoce “la multiplicidad de situaciones con las que tienen que lidiar a diario”, y que requieren de “un estudio profundo y en diálogo con los superiores de los institutos y con los pastores”, señaló que se trata de un trabajo “serio y paciente” del discernimiento, que sólo puede realizarse “en el horizonte de la fe y la oración”. Criterio esencial de discernimiento es la capacidad de una comunidad o de un instituto de “integrarse en la vida del Santo Pueblo de Dios para el bien de todos”.
“¿Es este instituto capaz de integrarse en la vida del pueblo fiel de Dios o no? Este criterio es decisivo para el discernimiento.”
Indicó el Papa, en particular, la importancia de acompañar a las comunidades de reciente fundación que están “más expuestas al riesgo de la autorreferencialidad”.
“En el discernimiento y el acompañamiento, hay ciertas atenciones que deben mantenerse siempre vivas. Atención a los fundadores que a veces tienden a ser autorreferenciales, a sentirse los únicos custodios o intérpretes del carisma, como si estuvieran por encima de la Iglesia. Atención a la pastoral vocacional y a la formación propuesta a los candidatos. Atención a cómo se ejerce el servicio de la autoridad, con especial atención a la separación entre el foro interno y el externo -tema que me preocupa tanto- la duración de los mandatos y la acumulación de poderes. Y atención a los abusos de autoridad y poder.”
Sobre el tema de los abusos de autoridad y de poder, Francisco habla de un libro de Salvatore Cernuzio sobre el problema de los abusos, que no se trata de “abusos llamativos”, dice el Papa, sino de abusos “de todos los días, que hacen mal a la fuerza de la vocación”.
Practicando la fraternidad, contribuir al camino sinodal
El Papa también se refirió al discernimiento “con vistas a la aprobación de nuevos institutos, nuevas formas de vida consagrada o nuevas comunidades”, invitándolos a desarrollar la colaboración con los obispos diocesanos.
Viceversa, instó a los pastores a que acojan plenamente su acompañamiento sin “asustarse”, a “no rechazar este servicio”, pues se trata de una colaboración, según el Pontífice, que “permite también evitar, como pide el Concilio- recuerda el Papa - la creación inoportuna de institutos sin la suficiente motivación o el adecuado vigor”.
También indicó que “la escucha mutua entre las oficinas de la Santa Sede y los pastores, así como los superiores generales, es un aspecto esencial del camino sinodal que hemos iniciado”, y afirmó que “los consagrados y consagradas están llamados a dar una importante contribución a este proceso”: es una contribución “para la echan mano -o deberían- de la familiaridad, con la práctica de la fraternidad y del compartir tanto en la vida comunitaria como en el compromiso apostólico”.
“Al principio hablé de la memoria 'deuteronómica', y me vienen a la mente las palabras de Malaquías sobre la memoria de las raíces: cuál es el castigo de Dios cuando quiere destruir a una persona, a un pueblo o, digamos, a una institución... 'Quedar', dice Malaquías, 'sin raíces y sin brotes'. Si no tenemos esta memoria 'deuteronómica' y no tenemos el valor de sacar de ella el jugo para crecer, no tendremos ni siquiera brotes. Una fuerte maldición: estar sin raíces y sin brotes. Feo.”
A los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, por último, el Obispo de Roma volvió a agradecer el trabajo diario de discernimiento y acompañamiento que realizan. Y antes de finalizar el Papa concluyó con un “paso la gorra”, pidiendo de rezar por él, pues, dice, le hace falta.
“Buen camino de Adviento y feliz Navidad", concluyó.+