El Reino Unido fue testigo el verano pasado de uno de los crímenes más atroces y devastadores de su historia reciente. Axel Rudakubana, un joven de 18 años, ha comparecido este lunes ante un tribunal de Liverpool, donde se ha declarado culpable del brutal ataque que conmocionó a la nación y que se saldó con tres niñas fallecidas y otras diez personas heridas graves.Rudakubana, que tenía 17 años en el momento del ataque, ha admitido ser el autor de los asesinatos de Alice da Silva Aguiar, de nueve años; Bebe King, de seis, y Elsie Dot Stancombe, de siete. Además, ha confesado haber intentado asesinar a otras ocho niñas y dos adultos durante un taller de baile temático de Taylor Swift en el centro comunitario Hart Space, en Southport, el 29 de julio. El ataque fue perpetrado con un cuchillo de cocina , en lo que las autoridades describieron como una agresión planificada y ejecutada con frialdad. Rudakubana también se ha declarado culpable de poseer materiales relacionados con el terrorismo, incluyido un manual de entrenamiento de Al Qaeda , así como de haber producido la toxina letal ricina, hallada en su domicilio tras el incidente.Noticia Relacionada estandar No Un sospechoso menor y tres niñas muertas: las claves del ataque que conmociona a Reino Unido Luis Miguel SerranoEl joven, que durante la audiencia ha llevado una mascarilla y ha permanecido cabizbajo durante la mayor parte de la sesión, no ha mostrado emoción alguna mientras reconocía cada uno de los cargos. El juez, Justice Goose, ha anunciadp que la sentencia será dictada el próximo jueves; sin embargo, debido a la edad del acusado en el momento del delito, no se le podrá imponer una «orden de por vida total», reservada para mayores de 21 años, salvo en circunstancias excepcionales.Familias destrozadasEl ataque dejó a las familias de las víctimas destrozadas y a una comunidad sumida en el duelo. Los padres de Alice da Silva Aguiar describieron a su hija como su «sueño perfecto», una niña con un profundo amor por los animales. Por su parte, los progenitores de Bebe King hablaron de su «pequeña, llena de alegría, luz y amor», mientras que los de Elsie Dot Stancombe recordaron a su «dedicada fan de Taylor Swift», que iluminaba cada sitio que pisaba.Entre los heridos, cuya identidad se mantiene en el anonimato por razones legales, hay menores de entre los siete y los trece años , así como dos adultos: una instructora de yoga y un empresario local. El trauma causado por el ataque sigue siendo profundo, no sólo para los afectados directamente, sino también para toda la comunidad, que este lunes seguía con atención la sesión.Un historial de antecedentes violentosEl caso reveló detalles perturbadores sobre el pasado de Rudakubana. Nacido en Cardiff de padres ruandeses, la familia se trasladó al pueblo de Banks, cerca de Southport, en 2013. Aunque los vecinos describieron inicialmente a la familia como «normal», informes escolares indicaron un historial de comportamientos violentos . Rudakubana fue expulsado de la escuela secundaria por portar un cuchillo y luego agredió a un compañero con un palo de hockey . Los registros también mostraron que había desarrollado un inquietante interés por materiales relacionados con la violencia y el terrorismo. En su domicilio se encontró un archivo titulado \'Estudios Militares en la Yihad contra los Tiranos: El Manual de Entrenamiento de Al Qaeda\', junto con evidencias de la producción de ricina.El ataque desató una serie de graves disturbios que se prolongaron durante días en diversas partes del país, que fueron avivados por información falsa difundida en redes sociales que indicaban que Rudakubana era un solicitante de asilo llegado al Reino Unido en una pequeña embarcación a través del Canal de la Mancha. Las autoridades policiales confirmaron que el ataque no fue clasificado como un acto terrorista , pese a la naturaleza de los materiales encontrados. La jefa de la Policía de Merseyside, Serena Kennedy, ha declarado que la investigación fue «larga y compleja» y ha subrayado que no se halló evidencia de sustancias tóxicas en el lugar del ataque.