Una de las prioridades desde que llegara al poder en octubre de 2022 la primera ministra italiana, Giorgia Meloni , ha sido la reducción de la inmigración irregular. Una estrategia clave ha sido el fortalecimiento de relaciones con países del norte de África, especialmente Túnez y Libia, de los que parte una mayoría de los inmigrantes que llegan a las costas italianas. Giorgia Meloni realizó varios viajes a estos dos países, firmando acuerdos bilaterales destinados a frenar los flujos migratorios hacia Italia. En colaboración con la Unión Europea, a Túnez y Libia se destinaron cientos de millones en ayudas e inversiones.El resultado de esta estrategia ha sido un notable éxito, porque en dos años se ha evitado que casi 200.000 inmigrantes hicieran la travesía del Mediterráneo para llegar a las costas italianas. Así lo destaca el ministro del Interior, Matteo Piantedosi , al diario \'La Stampa\': «Gracias a una estrecha cooperación con las fuerzas policiales de los países de origen y tránsito, en dos años hemos logrado detener la salida de 192.000 inmigrantes irregulares de Libia y Túnez hacia nuestras costas».Según el ministro del Interior, en 2024 se redujeron las llegadas irregulares en un 60% respecto al año anterior y en un 38% en comparación con 2022. Además, los retornos de inmigrantes expulsados de Italia aumentaron un 16%. Asimismo, Italia ha apoyado a estos países en proyectos de retornos voluntarios asistidos, que en 2024 superaron los 21.000 inmigrantes. Noticia Relacionada estandar Si Yasmine, la náufraga de 11 años que sobrevivió al Mediterráneo, termina en un centro de menores siciliano Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma «Es la primera vez que una niña llega a Lampedusa después de haber sido rescatada sola en el mar» Sin embargo, la política migratoria del Gobierno de Meloni ha sido objeto de controversia. Organizaciones de derechos humanos han criticado los acuerdos con Túnez y Libia, señalando prácticas inhumanas en el trato a inmigrantes en esos dos países, incluyendo detenciones arbitrarias y condiciones deplorables en centros de detención. También los partidos de oposición han criticado duramente el plan de Giorgia Meloni en Albania, donde Italia construyó dos centros para deportar inmigrantes irregulares rescatados en el Mediterráneo, con el fin de repatriarlos a sus países de origen, un proyecto elogiado por al menos 15 países europeos . Esos dos centros siguen vacíos, por los obstáculos de algunos jueces de inmigración italianos. No obstante, el ministro Piantedosi asegura que muy pronto se enviarán inmigrantes irregulares a Albania: «Esperamos reanudar lo antes posible los envíos a Albania, que estos días no son necesarios porque la acción preventiva para combatir las salidas desde Libia y Túnez está funcionando muy bien». Un objetivo del plan de Albania es disuadir a muchos inmigrantes a cruzar el Mediterráneo, porque se arriesgan a ser llevados a Albania por una nave de la marina italiana, en lugar de hacer realidad su esperanza de llegar a Italia. Las medidas implementadas por Italia han llevado a los migrantes y a las redes de tráfico de personas a buscar vías alternativas, siendo la ruta atlántica hacia las Islas Canarias una de las más utilizadas, mientras se reactiva también la ruta argelina hacia las Baleares . En contraste con la reducción muy significativa del número de inmigrantes hacia Italia, las Islas Canarias han experimentado un notable incremento en la llegada de personas a sus costas. En 2024, llegaron a Canarias 46.843 inmigrantes irregulares, lo que representa un aumento del 17% en comparación con 2023. Esta cifra constituye el 70% de las llegadas totales a España, que sumaron 63.970 migrantes irregulares, casi un récord (en 2018 se alcanzó la cifra máxima, con 64.298 llegadas). Por otro lado, es motivo de preocupación la ruta argelina, que resurge con el punto de mira en las Baleares: 5.846 personas llegaron en 346 pateras, lo que representa un aumento del 168% en comparación con 2023. No son grandes cifras, pero podrían dispararse.
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