El terror de los ataques con vehículos, más frecuente hasta hoy en Europa que en Estados Unidos, sembró el pánico en una Nueva Orleans abarrotada de gente durante la Nochevieja, especialmente en su icónico Barrio Francés. Pasadas las tres y cuarto de la madrugada, Shamsud Din Jabbar , un hombre de 42 años, rompió las barricadas de seguridad con su camioneta, atropelló a una multitud, y dejó un saldo sangriento de 10 muertos y más de 30 heridos. Tras el atropello, el homicida descendió del vehículo armado y disparó contra los policías que acudieron al lugar, hiriendo a dos de ellos antes de ser abatido.El cuerpo de Jabbar quedó tendido junto a su camioneta, vestido con ropa de camuflaje, en una calle que minutos antes estaba llena de turistas celebrando la entrada de 2025. En el enganche del remolque del vehículo colgaba una bandera del Estado Islámico , y en su interior se encontró una nevera con lo que parecía ser material explosivo.Noticia Relacionada estandar No Así es Bourbon Street, lugar del ataque en Nueva Orleans: una de las calles más célebres y turísticas de Estados Unidos María Carbajo Situada en el barrio francés de la ciudad más conocida de Luisiana, la arteria es el epicentro del Mardi Gras y una de las más visitadas durante todo el añoEl FBI, que ha revelado todos esos detalles, investiga si Jabbar actuó motivado por un ideario radical de forma independiente o si estaba bajo las órdenes o en coordinación con algún grupo yihadista.Según las primeras indagaciones, Jabbar era ciudadano estadounidense, veterano de las Fuerzas Armadas y residente en Texas, un perfil que ahora centra las pesquisas de las autoridades para esclarecer los motivos de este atentado.Como policía judicial, el FBI investiga el ataque como un posible acto de terrorismo. La alcaldesa LaToya Cantrell y la superintendente de policía Anne Kirkpatrick lo han descrito como un ataque deliberado, una masacre premeditada diseñada para infligir el máximo daño posible.Las dudas giran ahora en torno a si Jabbar actuó con ayuda y cuáles eran sus planes antes de la intervención policial. Además de los explosivos hallados en su vehículo, las autoridades informaron sobre la presencia de otros dispositivos en el Barrio Francés, la zona más concurrida de Nueva Orleans, conocida por su vida nocturna y sus multitudinarias celebraciones, sobre todo en carnaval.Jabbar condujo su camioneta por la calle Canal, una arteria principal que marca el límite oeste del Barrio Francés. Al llegar a la intersección con Bourbon Street , una de las calles más transitadas y repletas de bares, aceleró, giró bruscamente a la derecha y arrolló a cuantos pudo. Su recorrido de muerte terminó con la llegada de la policía, que abrió fuego. Jabbar estrelló el vehículo, salió armado y disparó contra los agentes.Una imagen devastadoraLas escenas que dejó el ataque eran devastadoras: sangre en el pavimento, turistas aturdidos y cuerpos tendidos en las calles. Una noche que debía estar marcada por la celebración del Año Nuevo se transformó en una nueva tragedia para Nueva Orleans, una ciudad muy castigada por la criminalidad y por los efectos del Huracán Katrina, que aun perduran en su memoria colectiva: casi 1.500 muertos.La policía de Nueva Orleans se enfrenta ahora a preguntas sobre por qué las barricadas que normalmente bloquean el acceso de coches a la calle Bourbon no estaban operativas. Según informaron los agentes, las estructuras estaban fuera de servicio y en proceso de reparación de cara al Super Bowl , que tendrá lugar en febrero en el icónico Superdome de la ciudad. En su lugar, se utilizaron coches patrulla y otras barreras provisionales para bloquear el paso, pero el atacante logró esquivarlas al conducir por la acera y embestir a la multitud. La superintendente de policía Kirkpatrick reconoció que eran conscientes de los problemas en las barricadas, pero afirmó que, a pesar de las medidas de seguridad implementadas, el atacante consiguió superar tanto a los agentes como a los obstáculos dispuestos en la zona.Estas barricadas de acero, conocidas como bolardo abatibles, fueron instaladas en 2017 tras el ataque con camión en Niza, Francia , y están diseñadas para bloquear el acceso de coches elevándose o quedando planas según sea necesario. Su diseño abatible permite el acceso a taxis y residentes en una zona repleta de hoteles y puntos turísticos, como el Barrio Francés. Sin embargo, en esta ocasión, su mal funcionamiento dejó un punto vulnerable que el atacante supo aprovechar. En los vídeos de seguridad se observa cómo el coche avanza lentamente por la calle Canal y, de repente, realiza un giro acelerado, casi impulsivo, para entrar en Bourbon Street.El FBI lidera la investigación, trabajando en conjunto con otras agencias de seguridad. Se investiga si hubo otros sospechosos implicados, incluyendo la posible participación de otra persona que alquiló la camioneta.Entre las víctimas identificadas se encuentran Nikyra Cheyenne Dedeaux , de 18 años, quien acababa de graduarse y planeaba iniciar estudios de enfermería; Reggie Hunter , de 37 años, padre de dos hijos y residente de Baton Rouge, quien murió tras ser atropellado junto a un primo que aún permanece hospitalizado; y Tiger Bech , de 28 años, exjugador de fútbol de Princeton y trabajador en Nueva York, quien había pasado el fin de año con amigos en la ciudad de Luisiana.