El fracaso en la cuestión migratoria está llevando al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) a una situación de irrelevancia política, tanto en las recientes elecciones regionales como de cara a las generales de otoño de 2025, según todas las encuestas. Para tratar de recuperar terreno, el canciller Olaf Scholz había lanzado un paquete legislativa denominado Pacto de Seguridad , una de cuyas más duras medidas es la cancelación de las prestaciones sociales para aquellos solicitantes de asilo que hayan sido registrados previamente en otro país de la UE, los llamados casos de Dublín. Pero el proceso legislativo ha encallado al llegar al Bundesrat, la cámara alta del parlamento alemán. En su sesión de este viernes, la parte de la propuesta que pretende otorgar a las autoridades de seguridad poderes ampliados para combatir el terrorismo no ha obtenido la mayoría necesaria. La reforma establece que, en determinados casos, las autoridades de seguridad deberían tener la posibilidad de comparar datos biométricos en Internet. Sin embargo, la búsqueda de rostros y voces mediante una aplicación automatizada sólo debería permitirse si el presidente de la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) o su representante cuenta con la aprobación judicial. En caso de peligro inminente, el jefe del BKA o uno de los tres adjuntos pueden dar la orden ello. Pero, ante el bloqueo en el Bundesat de este párrafo, de momento no podrá entrar en vigor y lo más posible es que ahora se recurra al comité de mediación. De momento, la reforma considerada la última oportunidad de Scholz para reconciliarse con su electorado ha fracasado.El endurecimiento de las leyes afecta a las de asilo y residencia, así como la prohibición de portar armas blancas en festivales folclóricos o eventos deportivos, si quedan aprobados. Pero la parte referente a la ampliación de competencias de las fueras de seguridad queda en suspenso. Noticia Relacionada estandar No Biden se despide de sus aliados, con Trump en el horizonte David Alandete | Corresponsal en Washington Cumbre final en Berlín para darle un último respaldo a Ucrania en la guerra de RusiaSesión ensombrecidaEl Bundestag había aprobado todo el paquete con los 361 votos a favor de la \'coalición semáforo\', de la que forman parte, junto con el SPD, los liberales del DFP y Los Verdes, y con 290 votos en contra. La CDU fracasó en su intento de obligar al Gobierno a devolver a los refugiados en las fronteras alemanas, con una moción que recibió 255 votos a favor y 406 en contra . Y la sesión se ha visto ensombrecida porque, durante el escrutinio, se observó que «varias tarjetas de voto inválido habían sido arrojadas a las urnas», según la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas (SPD). Aparecieron en las urnas dos tarjetas de votación con el nombre de Marie-Agnes Strack-Zimmermann, del Partido Liberal (FDP) que ya no es miembro del Bundestag, y se investiga «cómo pudo haber sucedido esto».El debate previo a la votación ha sido también interrumpido por acusaciones entre los grupos parlamentarios. La CDU, por ejemplo, acusaba a Scholz de incumplir su palabra en materia de política migratoria y de seguridad. «El canciller no ha cumplido su promesa», ha afirmado la diputada de la CSU bávara, Andrea Lindholz, refiriéndose al anuncio de Scholz, tras el ataque islamista en Solingen, de que quería mejorar la situación de seguridad en Alemania. El debate previo a la votación ha sido también interrumpido por acusaciones entre los grupos parlamentarios«Ha reducido el paquete de seguridad de su propio Gobierno, que ya era demasiado pequeño, a un minipaquete, y eso no hace justicia a la grave cuestión de la seguridad interior », ha criticado Lindholz las cesiones previas de Scholz a sus socios de gobierno, que ve como una señal de la incapacidad del gobierno federal para actuar: «Ustedes son un riesgo para la seguridad, ya no están de acuerdo», les ha dicho durante el debate, y ha pedido a los partidos del gobierno que despejen el camino para nuevas elecciones.Alexander Throm, por parte de la CDU, ha subrayado que «lo que está sobre la mesa hoy es el incumplimiento por parte del Canciller de su palabra, que se ha convertido en ley». «No ha cumplido todo lo que prometió al pueblo después de Solingen», ha concluido, y ha recordado que su partido pide que se amplíen los acuerdos con los países de origen más seguros.