La mascarilla seguirá siendo obligatoria solo en centros de salud y hospitales, los geriátricos y el transporte público, pero se recomienda su uso en eventos multitudinarios, aglomeraciones y en el entorno familiar o celebraciones cuando estemos con personas con factor de vulnerabilidad.
El gobierno español aprobó este martes un decreto que elimina la obligatoriedad de usar mascarilla en espacios interiores, salvo en hospitales, transporte público y residencias de ancianos, una medida que entrará en vigor el miércoles.
"Avanzamos en la vuelta a la normalidad previa a la pandemia", se congratuló en Twitter el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
"El éxito de la campaña de vacunación nos permite iniciar ahora una nueva etapa en la lucha" contra el coronavirus, añadió.
España abandona una de las últimas restricciones sanitarias todavía vigentes en el país ante la pandemia del COVID-19, gracias al "contexto epidemiológico favorable" actual debido principalmente a la "altísima cobertura vacunal" en la población, coincidió en rueda de prensa la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
La mascarilla seguirá siendo obligatoria solo en centros de salud y hospitales, los geriátricos y el transporte público, pero se recomienda su uso en "eventos multitudinarios, aglomeraciones y en el entorno familiar o celebraciones cuando estemos con personas con factor de vulnerabilidad", detalló Darias.
En las oficinas no será obligatoria, salvo cuando las empresas lo consideren necesario, explicó.
El uso de tapabocas ha sido siempre muy respetado en el país, que incluso fue uno de los pocos que volvió a hacer obligatorio su uso al aire libre antes de la pasada Navidad, para hacer frente a la contagiosa variante ómicron. En febrero, se volvió a levantar esa medida.
España, un país muy golpeado por la primera ola de la pandemia, cuando los españoles quedaron bajo uno de los confinamientos más estrictos del mundo, puso en práctica a finales de marzo una nueva estrategia para tratar al coronavirus como enfermedad endémica, comparable a la gripe.
El gobierno lo justificó subrayando el hecho de que el país posee una de las tasas de vacunación más elevadas del mundo, con 92,5% de su población mayor de 12 años totalmente inmunizada y más de la mitad de sus 47 millones de habitantes incluso con la dosis de refuerzo. El país ha registrado 103.266 fallecidos por covid, según las cifras oficiales.