Los especialistas determinaron que "si bien el plasma convaleciente no causó ningún mal, es improbable que haya beneficiado al grupo de pacientes".
Los institutos nacionales de Estados Unidos anunciaron que suspenderán los ensayos clínicos sobre un tratamiento con plasma a pacientes con coronavirus, debido a que sus resultados intermedios no mostraron beneficios.
Los ensayos de ese procedimiento, que implica la transfusión de plasma de personas curadas de coronavirus, habían comenzado en agosto.
Poco más de 500 personas participaron del estudio luego de presentarse en la sala de emergencias de un hospital con síntomas leves o moderados que no requerían internación. Los escogidos presentaban también factores de riesgo como obesidad, hipertensión, diabetes o cardiopatías.
Algunos recibieron el plasma de curados del coronavirus y otros un placebo. Los investigadores registraron luego la cantidad de personas que requirieron atención adicional de emergencia o murieron en los siguientes 15 días.
Un comité que evaluó los datos determinó que "si bien el plasma convaleciente no causó ningún mal, es improbable que haya beneficiado al grupo de pacientes" estudiado, dijeron los institutos estadounidenses de salud (NIH) en un comunicado.
El llamado plasma de convaleciente es la parte líquida de la sangre de un paciente curado que concentra los anticuerpos producidos para enfrentar el virus tras la infección.
Ya a fines de octubre un estudio realizado en India y publicado en la revista médica BMJ concluyó que ese tratamiento tenía una "limitada eficacia".
Según los científicos, no logró reducir la mortalidad ni impedir el agravamiento de las condiciones de pacientes con síntomas moderados.
Más de 100.000 personas recibieron ese tratamiento en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia y muchas más en el resto del mundo, según los NIH.
A fines de agosto, y por demanda del entonces presidente Donald Trump, la agencia estadounidense de medicamentos (FDA) autorizó de urgencia el tratamiento con plasma.
El entonces director de la FDA, Stephen Hahn, admitió después en una conferencia de prensa junto a Trump haberse equivocado al haber citado cifras que en gran medida sobrestimaron los beneficios del tratamiento.
Recientemente la FDA restringió su autorización de urgencia solamente el plasma con una alta concentración de anticuerpos y para pacientes hospitalizados con grados poco avanzados de la enfermedad o escasa capacidad para generar anticuerpos.