Irán envió la semana pasada misiles de largo alcance a las milicias proiraníes de Irak, que en teoría deberían estar entregando sus armas al Gobierno de Bagdad, según informó el diario británico \'The Times\' aludiendo a fuentes que supervisan la frontera entre los dos países. El suministro de armas sofisticadas comprende misiles de largo alcance tierra-tierra, que pueden llegar hasta Europa, así como misiles de corto alcance Quds 351, y cohetes balísticos Jamal 69.Las fuentes citadas por \'The Times\' señalan que es la primera vez que Irán suministra ese tipo de armas a milicias que fueron responsables el año pasado de varios ataques mortales contra bases de Israel y de Estados Unidos en la región.La noticia salta en vísperas de la reunión prevista este sábado en Omán entre diplomáticos norteamericanos e iraníes para intentar negociar un acuerdo nuclear. El objetivo para la Administración Trump es conseguir un pacto –más duro que el anterior, que el propio presidente republicano revocó en 2018– por el que Irán se comprometa a no fabricar el arma nuclear, a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales contra Teherán.Noticia Relacionada estandar Si Una mujer cristiana, en el primer gobierno en Siria del exyihadista Al Sharaa Francisco de Andrés Damasco confía en que su imagen de \'diversidad\' ayude a que se levanten las sanciones internacionalesIrán quiere llegar a ese encuentro con más cartas sobre la mesa. Y una de las más importantes es acreditar peso político y militar en la región, que se ha visto desinflado en los últimos meses por las guerras en Gaza y Siria.El primer peón que perdió Irán fue el movimiento radical palestino Hamás, alineado con la rama musulmana suní –rival de la chií, mayoritaria entre los persas– pero que sintoniza con un objetivo común: el antisionismo y el objetivo de aniquilar el Estado de Israel. Después de Hamás llegó la derrota de Hizbolá, el movimiento armado radical chií del Líbano. Y finalmente la caída del régimen sirio de Bashar al Assad , gobernado por la minoría chií a la que pertenecen los Assad, plenamente respaldado por Irán.Irak –donde la población se reparte casi a partes iguales entre suníes y chiíes, con una pequeña minoría cristiana– está gobernado desde la salida de los norteamericanos por un gabinete débil formado por las principales comunidades religiosas. Esa fragilidad alimenta la aspiración de Irán de \'recuperar\' peones en su lucha contra Israel, contando en primer lugar con las milicias chiíes iraquíes.