Al mismo tiempo que vetaba la resolución de alto fuego en Gaza del Consejo de Seguridad, Estados Unidos daba un paso adelante para lograr el cese de hostilidades en Líbano. Después de dos días de intensas reuniones en Líbano , Amos Hochstein viajó a Israel para trasladar a Benjamín Netanyahu la respuesta de Hizbolá a la propuesta de tregua presentada por Washington. El enviado de Joe Biden declaró en Beirut que, tras las reuniones de las últimas 48 horas, se han logrado «progresos» y que su objetivo es intentar cerrar el acuerdo en el Estado judío. Hochstein aseguró que «estamos trabajando con la nueva administración y vamos a hablarlo con ellos, están al tanto de todo lo que hacemos», en referencia a la próxima llegada de Donald Trump, que en su discurso de la victoria anunció que llegaba al poder para acabar con las guerras abiertas. Además de Netanyahu, el enviado de Biden verá al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y al responsable de Defensa, Israel Katz.Israel ha matado en el último año a más de 3.500 personas en Líbano, la mayoría en los últimos dos meses, y los bombardeos masivos y la invasión terrestre han provocado el desplazamiento forzoso de un millón de personas. Hizbolá vive su momento de mayor debilidad tras la pérdida de Hasán Nasrala y los sucesivos golpes contra su cúpula de mando y no parece contar con el músculo financiero de 2006 para apoyar a sus seguidores con la reconstrucción de sus casas.Noticia Relacionada estandar No Gran ofensiva israelí: mueren más de 110 personas en la Franja de Gaza y el portavoz de Hizbolá en el Líbano ABC Las autoridades gazatíes han afirmado que al menos 10.000 personas figuran como desaparecidasEl secretario general del grupo chií, Naim Qassem , confirmó que el grupo ha dado su respuesta a Hochstein a través del presidente del parlamento, Nabih Berri. La base del acuerdo es la resolución 1701 de la ONU, adoptada en 2006 para acabar con la guerra de ese verano, pero que nunca se implementó. Qassem dijo que la pelota está ahora en el tejado de Israel y que su objetivo es lograr un acuerdo que garantice un alto el fuego total y la soberanía territorial. El máximo responsable de Hizbolá concluyó diciendo que «si las negociaciones fracasan, seguiremos luchando. Aquellos que afirman que ésta es una guerra de desgaste, sí, es cierto, pero de desgaste para el enemigo israelí. Somos capaces y aguantaremos». Hizbolá lanza cohetes cada día y en las últimas horas llegó al corazón de Tel Aviv. El hostigamiento ha sido diario desde el 7 de octubre en solidaridad con Hamás y esto ha obligado a la evacuación de más de 60.000 israelíes de la zona de la frontera. Su vuelta segura a casa es una de las prioridades de Netanyahu. Libertad de acciónIsrael negocia desde una posición de fuerza y ha dejado claro que exige libertad de movimientos en caso de amenaza para golpear en Líbano. El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, señaló que, en cualquier acuerdo de alto el fuego, «tendremos que mantener nuestra libertad de actuar si se producen violaciones. Tendremos que hacer cumplir que Hizbolá no regrese cerca de nuestra frontera al sur del río Litani, no podrá reconstruir su fuerza, no podrá traer nuevamente municiones, misiles y armas desde Irán a través de Siria, por mar, o a través del aeropuerto de Beirut». La resolución 1701 obliga a Hizbolá a retirar a sus milicianos al norte del río Litani y al despliegue del ejército libanés y los cascos azules a lo largo de la frontera. En la propuesta estadounidense se contempla el establecimiento de un equipo internacional que velará por el cumplimiento del acuerdo, lo que está en el aire es saber si esta garantía será suficiente o no para detener las hostilidades. Un acuerdo en Líbano, en principio, no vendrá ligado a uno en Gaza.