El gobierno italiano prepara un decreto que obligará a todos los trabajadores, tanto del sector público como del privado, a presentar el pasaporte covid.
La medida deberá ser aprobada este jueves por el Consejo de Ministros y deberá entrar en vigor a mediados de octubre.
"El gobierno está listo para introducir el pasaporte sanitario a los trabajadores (...) Nos dirigimos hacia una medida obligatoria para el sector público y privado", declaró la ministra de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini, a la radio pública RaiRadio1.
A partir del 15 de octubre, el llamado "pasaporte verde" será obligatorio en todos los lugares de trabajo, por lo que quedan excluidos los jubilados, amas de casa y desempleados.
El objetivo de la medida es incrementar la tasa de vacunados antes del inicio del invierno y evitar nuevas olas de coronavirus.
Actualmente casi el 75% de la población mayor de doce años está vacunada, es decir, 40,46 millones de personas.
La decisión de generalizar el pasaporte sanitario es el resultado de largas discusiones entre el gobierno, los partidos políticos que integran la coalición nacional en el poder y los interlocutores sociales, sindicatos y empresarios.
Según los medios italianos, la ausencia de un pasaporte sanitario será severamente castigada pero sin llegar al despido.
Una multa de entre 400 euros a 1.000 euros podría ser impuesta para aquellos que no cumplan con esa obligación. Tras cinco días de ausencia injustificada por falta de pasaporte sanitario, a la persona la pueden "suspender" del trabajo y el salario.
El pasaporte sanitario es obligatorio en Italia en los lugares públicos, así como en cafeterías, restaurantes, museos, cines, teatros, trenes, autobuses, metro y taxis.
