Ante un marcado descenso de los contagios de COVID-19, el Gobierno japonés decidió no renovar las restricciones en octubre.
Un estado de emergencia sanitario que limita la vida nocturna en Tokio y otras regiones japonesas llegará este viernes a su fin, anunció el primer ministro Yoshihide Suga, ante un descenso de contagios de coronavirus en todo el país.
Las medidas de emergencia en general limitan la venta de alcohol, los horarios de apertura de restaurantes y el número de asistentes a eventos grandes, y han estado vigentes gran parte del año, incluso durante los Juegos Olímpicos.
Suga explicó que las medidas no serán renovadas en octubre, gracias a una mejor situación sanitaria.
"Gracias al buen trabajo de todos, el número de contagios diarios, que estuvo arriba de 25.000 en agosto, cayó a 1.128 personas ayer (lunes)", detalló Suga.
Agregó que "la ocupación de camas de hospitales en todas las regiones volvió a menos de 50%. El número de enfermos graves alcanzó su nivel máximo a inicios de septiembre y desde entonces viene cayendo".
Pero incluso con el fin de las medidas, el gobernante recomendó que bares y restaurantes cierren a las 21.
Japón ha sido menos golpeado que muchos otros países por la pandemia, con alrededor de 17.500 muertos entre su población de 125 millones, y el gobierno nunca impuso órdenes estrictas de permanecer en casa. Aún así, la contagiosa variante Delta provocó un aumento de casos que presionó a los hospitales.
Asimismo, el programa de vacunación en Japón comenzó lentamente pero posteriormente se aceleró, con 58% de la población con vacunación completa.