El actor José Sacristán, que desde este sábado estará presentando en el Teatro San Martín la adaptación teatral de la novela de Miguel Delibes "Señora de rojo sobre fondo gris", se manifestó hoy "aterrado por el auge que está tomando en España la extrema derecha con el blanqueamiento y aval de un partido de gobierno como el Partido Popular".
Actor de filmes centrales de la transición española como "Asignatura pendiente" y "Solos en la madrugada", ganador del Goya de Honor que otorga la Academia de Cine Española, intérprete destacado de la escena teatral ibérica y con vínculos históricos y profundos con la Argentina, Sacristán ofreció una conferencia de prensa esta tarde en la previa del estreno en el país de un espectáculo al que definió como "el proyecto más personal de toda mi carrera".
Presentado por la directora del Complejo Teatral de Buenos Aires, Gabriela Ricardes, y por el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, que lo definió "como un puente cultural en sí mismo entre España y Argentina", Sacristán, de 85 años, se abrió a un extenso y franco intercambio con la prensa, que se desarrolló en el Teatro San Martín, y en el que habló de la situación actual de su país y el mundo, los conceptos centrales que sostienen una labor de 70 años sobre el escenario, sus vínculos con Argentina y su relación entrañable con Miguel Delibes (fallecido en 2010).
"Señora de rojo sobre fondo gris" subirá a escena mañana y ofrecerá funciones en la sala Casacuberta de martes a domingos, antes de presentarse en San Juan, Mendoza y Montevideo, para recalar luego en el teatro Astros de avenida Corrientes, en la despedida de una obra que estrenó cinco años atrás en Madrid y con la que recorrió España, y que pudo hacer recién con el permiso de los hijos de Delibes, ya que el autor de "Los santos inocentes", prohibió en vida cualquier traslado a cine o teatro de la novela.
Adaptación teatral de José Sámano, Sacristán e Inés Camiña, "Señora de rojo sobre fondo gris" cuenta la historia de un pintor con muchos años en el oficio que lleva tiempo sumido en una crisis creativa, no habiendo podido volver a pintar desde el fallecimiento de su mujer y bajo este dispositivo relata una historia de amor en camino hacia la muerte, que Delibes ha confesado está centrada en la relación que él mantuvo con su mujer, Ángeles de Castro, que falleció a los 48 años.
"Quedé fascinado con la novela, que leí cuando estaba haciendo (otra obra basada en una novela de Delibes que también trajo a la Argentina) 'Las guerras de nuestros antepasados', hablé con Miguel para pedirle derechos para el teatro y él me contestó que no quería que nadie le pusiese cara a este personaje porque él no le había puesto la suya. Pasó mucho tiempo y dos años antes de su muerte consintió que yo realizara una lectura dramatizada de un par de pasajes de la novela pero nunca nos autorizó a adaptarla en su totalidad sino que fueron sus hijos, luego de su muerte, los que nos dieron la posibilidad de llevar a escena la novela", relató Sacristán en charla con los periodistas.
Además de contar las peripecias del traslado a escena de la novela, el actor agradeció el afecto del público argentino que lo acompaña hace años y señaló: "es muy importante para mí saber que tengo en la Argentina un muy buen lugar en el mundo, y es particularmente emocionante estar aquí con 86 años en lo que segurametne es el proyecto más personal de toda mi carrera como actor".
"Son muchos años y muchos acontecimientos los que me unen a vosotros", destacó Sacristán, que señaló también "la admiración, el cariño, el respeto y , en un punto determinado incluso, la envidia que siento por el afecto y el nivel de seguimiento que la sociedad civil argentina tiene para con el mundo de la cultura y el espectáculo, que ya me gustaría que se reprodujese en el mío".
"Pese a todas las dificultades que se atraviesan es realmente emocionante esta inquebrantable fidelidad al mundo de la cultura y el teatro que se da acá", destacó el actor.
La primera consulta que se realizó en la rueda de prensa fue por los recientes actos de censura sobre algunos espectáculos españoles en municipios gobernados por el partido de la derecha española Vox, ante lo que Sacristán dijo sentirse "aterrado".
"Me tiene aterrado el auge que está tomando en España la extrema derecha con el blanqueamiento y aval de un partido de gobierno como el Partido Popular, además de que no sé cómo está pasando, porque no es solo España, es Francia, es Italia, es Irlandia, Grecia, Portugal".
"¿Qué pasa -se preguntó el actor del filme de Adolfo Aristarain "Un lugar en el mundo- con este movimiento, desde mi punto de vista absolutamente impresentable, que la gente vota? Hay para mí un agente provocador de este auge de la extrema derecha, del nacionalismo españolista que ha provocado el nacionalismo catalanista y un cierto comportamiento de una evidente irresponsabilidad por parte de la izquierda de mi país, una izquierda que no acaba de entender la diferencia entre la responsabilidad de gobernar y la posibilidad de llevar a cabo ciertos postulados. Me preocupa muchísimo que muchos miles de ciudadanos y ciudadanas españoles despositen su confianza en un grupo de extrema derecha como Vox".
Sobre Delibes destacó que tuvo "el privilegio de conocer y ser amigo suyo" y lo calificó como "una de las miradas más rigurosa, más inteligente y más humilde que conocí. Fue un cronista de su tiempo de tal lucidez y rigor que su punto de vista es perfectametne aplicable a los acontecimientos que nos afectan hoy".
Al tiempo que reveló los datos autobiográficos de "Señora de rojo sobre fondo gris" al remarcar que "protegido por un personaje de ficción, dado el sentido de la privacidad y el pudor que tenía, cuenta la enfermedad y muerte de su mujer Angeles de Castro en unas circunstancias muy particulares, en 1975, con su hija y su yerno encarcelados por el régimen franquista".
Hablando de sí mismo, destacó: "Creo tener la lucidez del perdedor, sé que la guerra está perdida, que me voy a morir rodeado de hijos de puta, de trapisonderos, de cabrones, de ladrones, de torpes, de necios, pero eso no me excusa de salir a librar la batalla diaria de la dignidad para defender las cosas que uno considera que son imprescindibles. Entonces, hay en mí una melancolía latente de saber que algo siempre se está escapando de las manos, que hay algo que no se va a alcanzar, que queda ahí, pero al mismo tiempo creo que hay que enfrentarse a la adversidad con alegría y con rigor; la batalla de cada día se defiende una manera optimista y alegre".
Finalmente y al hablar de los elementos que lo motivan a seguir sobre un escenario y de gira a los 86 años destacó la importancia del juego.
"A mí me sigue moviendo después de casi 70 años en este trabajo lo que tiene de juego. Cuando yo era chico en Chinchón (el pueblo en que se crió en cercanías de Madrid) me ponía en la cabeza las plumas de una gallina para hacerle creer a mi abuela que era un comanche y a lo largo de toda mi vida, cada vez que salgo a un escenario, mas allá de principios 'stalinlavskianos' o métodos que se le parezca, yo me pongo las plumas de las gallinas y vuelvo a tomar como primera premisa, no solo profesional sino también moral, el juego, la profunda seriedad del juego. Citando a Niesztsche, Luis Landero dijo "no hay mayor seriedad que la del niño cuando juega", yo apelo a esa forma de seriedad y es la que me sostiene. Yo estoy aquí para jugar. Télam