«Austria primero», justificó este fin de semana Herbert Kickl su rechazo a la invitación a la investidura de Donald Trump . El líder de la extrema derecha austriaca del FPÖ ha preferido no viajar a Washington debido a que están en curso las negociaciones para formar gobierno con el conservador Partido Popular (ÖVP) y quiere prestar toda su atención al proceso, sin distracción alguna, aunque se trate de un evento de importancia global. Así lo ha explicado en un evento del partido en Vösendorf, al sur de Viena, con alrededor de 3.000 empleados y simpatizantes, para celebrar el éxito electoral y para compartir las líneas generales que va tomando la negociación. Después de entrar en la sala al son de \'Simply the Best\' y esbozar los «cinco buenos años» por delante, con lo mejor de sus promesas de campaña electoral y sus habituales ataques contra la UE, los medios de comunicación, los marxistas y los «turbios» de la competencia política, Kickl añadió esta vez un par de mensajes novedosos.El más destacado es que renuncia al Öxit, la salida de Austria del euro, en esta legislatura. Una de sus históricas reivindicaciones desaparece en aras de la formación de gobierno. También fue evidente la ausencia de mensajes prorrusos, tan presentes siempre en su discurso, de lo que se deduce que en materia de política exterior se está adaptando a las líneas rojas de los conservadores .Noticia Relacionada Elecciones fallidas y radicalización estandar Si Europa se enfrenta a su mayor inestabilidad política en décadas Rosalía Sánchez | Corresponsal en BerlínSe limitó a acusar a la Unión Europea de practicar un «comunismo climático» comparable a «la URSS y su gran planificación», y rindió un homenaje a la generación de posguerra que reconstruyó Austria. «Esta renuncia explícita al Öxit no significa que Kickl esté renunciando a todo su potencial de destrucción desde dentro de la UE», advierte su biógrafo, Gernot Bauer , que asegura que «el concepto de UE va en contra de todo en lo que Kickl cree y, aunque renuncia a objetivos máximos para lograr llevar a la Cancillería de Austria, una vez allí no desaprovechará la oportunidad».Este «proyecto de negociación del gobierno» no es cosa fácil, justificó la rebaja de expectativas de cara a su propia parroquia. Sin embargo, ya se ha logrado un hito al «juntar» 6.400 millones de euros en solo tres días para evitar por el momento un procedimiento de déficit de la UE, dijo, aludiendo al acuerdo de austeridad presupuestaria ya cerrado y enviado a Bruselas. También llamó poderosamente la atención la ausencia de insultos o malas palabras para el ÖVP, al que suele acusar de partido «blando» y «comprado», otro síntoma de que las conversaciones están avanzando y prevé un gobierno conjunto, a pesar de que la relación está siendo puesta a prueba desde el primer momento. El semanario \'Der Standard\' ha publicado una grabación con micros ocultos en la que se escucha a miembros de la directiva del FPÖ hablar de l os refugiados como «chusma» que debería abandonar la UE, incluso si su país de origen «no es una opción real». No son palabras fáciles de asumir para el ÖVP, que por otra parte está recibiendo nuevos incentivos a la negociación en las elecciones locales celebradas este fin de semana en Burgenland, la provincia más pequeña y oriental. El ÖVP ha perdido más de 8 puntos porcentuales, mientras que el gran ganador vuelve a ser el FPÖ, que duplicó con creces su porcentaje de votos hasta el 23%. Aún así no han derrocado al gobernador socialdemócrata Hans Peter Doskozil . La «ola azul» de la que ha presumido Kickl en Vösendorf, arrasa el país, pero no Burgenland.En materia migratoria y respecto a los «valores tradicionales». Kickl ha reafirmado en Vösendorf sus posiciones. «Vamos a construir nuestra fortaleza en Austria con solicitudes de asilo rechazadas y cartas de expulsión», arrancó el aplauso entusiasta de los asistentes, y prometió terminar para siempre con la «inmigración encubierta», de lo que se deduce que las negociaciones en estos aspectos son prometedoras.Kickl ha reiterado su visión altamente restrictiva del asilo, limitándolo a la «protección cercana a regiones en crisis», y ha asegurado que no tolerará el número de solicitudes de asilo presentadas en los últimos años, que considera «demasiado elevado». Su objetivo de «asilo cero», que compara con el «déficit cero», sigue vivo.En cuestiones sociales, el líder populista se mantiene también en el «retorno a ambos sexos», al igual que en su defensa de una visión tradicional de la familia , compuesta por un padre, una madre y los hijos, en un país donde el matrimonio y la adopción para todos están legalmente reconocidos desde 2019.
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