A partir de ahora, las misiones de todos los miembros de la OTAN en la región del Mar Báltico se coordinarán en Rostock, donde el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius , ha inaugurado un nuevo cuartel general de la OTAN. La Armada alemana, al frente, cuenta con el apoyo de otras once naciones para vigilar la zona, especialmente en lo que respecta a una posible agresión por parte de Rusia, que intenta desestabilizar la región mediante una «agresión persistente» y cuya cercanía geográfica ha destacado Pistorius en su discurso.El nuevo cuartel general está dirigido por un almirante alemán, asistido por un almirante polaco como adjunto. Su objetivo es proporcionar a la Alianza un informe constante sobre la situación marítima actual en la región del Mar Báltico. El centro, cuyo acrónimo en inglés es \'CTF Baltic\', también desempeñará tareas de liderazgo para la OTAN y será «expresión tangible de la realización del punto de inflexión» de Alemania, que durante décadas permaneció en un segundo plano en cuanto a las tareas de Defensa y acepta ahora mayores responsabilidades.La OTAN y Rusia están directamente enfrentadas en la región , especialmente tras la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza. Se producen en la zona incidentes con regularidad, cuando aviones rusos sobrevuelan el mar Báltico sin identificación por transponedor ni registro de plan de vuelo. La «agresión rusa» se manifiesta de diferentes maneras, como ataques híbridos, cibernéticos o incursiones que pretenden «desdibujar la línea entre la guerra y la paz», ha dicho Pistorius. «Su objetivo es desestabilizar la seguridad europea, socavar la confianza y ganar influencia», en opinión del ministro alemán, que ha concluido que «tenemos que asegurarnos de que Putin no se salga con la suya» y que «debemos defendernos y hacer todo lo posible para apoyar a nuestros socios en el flanco oriental de la OTAN».Noticia Relacionada estandar Si Agentes alemanes frustran un intento de atentado contra la Embajada de Israel en Berlín Rosalía SánchezAdemás de Alemania, en el \'CTF Báltico\' participan Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Polonia y Suecia . Los soldados de estos y otros países socios deberían ocupar 60 puestos multinacionales de un total de 180 puestos en el cuartel general en tiempos de paz. En caso de crisis o conflicto, la plantilla podría ampliarse hasta 240 puestos. El Mar Báltico es «un corredor importante para el comercio, la movilidad militar y la seguridad energética», ha explicado Pistorius la importancia del nuevo cuartel general, se trata de un «área estratégica de gran importancia geopolítica» y está «a la vanguardia de nuestra defensa colectiva contra amenazas emergentes».Los servicios de Inteligencia occidentales consideran que Rusia ha comenzado ya una guerra en la sombra en el mar Báltico y observan numerosos movimientos sospechosos de buques de investigación rusos que aparecen una y otra vez e forma inesperada junto a parques eólicos, en zonas donde hay estacionados submarinos y gasoductos de importancia geoestratégica. Navegan sin GPS encendido y con fuerzas armadas especiales a bordo que en cubierta se muestran solamente con pasamontañas. Las provocaciones rusas son constantes y, hace sólo dos semanas, el Gobierno de Ucrania informó que su agencia de espionaje GUR dañó un operación de sabotaje atacando un barco detector de minas ruso en aguas de Kaliningrado. Un portavoz de GUR especificó en un mensaje de Telegram que «el barco, que tenía su base en la ciudad de Baltiysk y debía realizar misiones de combate, ha sufrió graves daños». Otra de las tareas de vigilancia que desde el primer día coordina este nuevo cuartel general es la identificación y seguimiento de la flota rusa de «petroleros fantasma» con la que burla las sanciones europeas.La evolución de la estrategia naval en el Mar Báltico ha permitido a la Alianza, desde el inicio de la guerra en Ucrania, arrebatar a Moscú el dominio de un mar que se consideraba un lago soviético-ruso. En caso de guerra, ese escenario habría obligado a la OTAN a una costosa batalla para mantener abiertas sus líneas de comunicación. «Este cuartel general desempeñará un papel crucial en la preparación de informes de situación militar y en la respuesta a los desafíos regionales, incluida la protección de los intereses de los Estados miembros de la OTAN contra acciones agresivas», ha celebrado Pistorius, «también será clave para fomentar la cooperación entre las marinas de la región del Báltico, mejorar la interoperabilidad y garantizar el rápido despliegue de fuerzas cuando sea necesario».