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Las grietas del voto negro, el más leal a los demócratas, amenazan la cita con la historia de Kamala

«Los demócratas dan nuestro voto por hecho. Si no lo haces, eres un traidor. La realidad es que llega la elección cada cuatro años, les votamos y nada cambia. A mí me importa la economía y voy a votar a Donald Trump ». Las palabras de Michael Little, un joven negro de un suburbio de Atlanta, son una sacudida al Partido Demócrata. Casi como despertar del sueño que consiguieron aquí hace cuatro años .La mayor ciudad de Georgia -estado decisivo aquel año y en la elección del próximo martes- se convirtió en 2020 en la materialización de una vieja aspiración demócrata: la creciente diversidad racial, unida a la movilización de las minorías raciales, pintaría de azul demócrata estados sureños donde, pese a la abundante población afroamericana, los republicanos han ganado por costumbre, como Georgia.Los demócratas realizaron un esfuerzo descomunal en registrar votantes de la minoría negra y convencerlos de acudir a las urnas. La gran impulsora de aquello fue Stacey Abrams , que perdió por muy poco en 2018 frente al republicano Brian Kemp en su intento de ser la primera persona negra en gobernar el estado. Lo achacó a las dificultades -en parte, regulatorias- para implicar a los votantes negros en el proceso electoral y dedicó todos sus esfuerzos a ello.Noticia Relacionada estandar Si Dos candidatos, dos mítines, dos Américas Javier Ansorena | Enviado especial a Atlanta (Georgia) En Atlanta, un estado decisivo, las campañas que hacen Kamala y Trump y sus seguidores no podían ser más diferentesDos años más tarde, en una importante movilización del voto negro, Joe Biden ganó Georgia por 11.779 votos, en un estado en el que se registraron cerca de cinco millones de sufragios (Trump, contra la opinión de los tribunales y de las autoridades locales republicanas, clamó robo electoral). Como bonus, los demócratas ganaron las dos elecciones a senador en Georgia, lo que posibilitó una mayoría demócrata por la mínima en la Cámara Alta.« Georgia salvó a EE.UU. en 2020 y lo hará también en 2024 », proclamó uno de esos senadores, Raphael Warnock, en un reciente mitin de la candidata de su partido, Kamala Harris, en Atlanta.Movilización masivaLa traducción de eso es que lo conseguirá la minoría negra de Georgia. Porque sin la movilización masiva de ese electorado, no hay victoria demócrata posible aquí. De los siete estados decisivos en esta elección -Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Nevada, Arizona y Carolina del Norte son los otros seis-, Georgia es el que tiene más porcentaje de votantes negros, un 33%.«Que vayan a las urnas de forma masiva es imprescindible para los demócratas», defiende el profesor Alan Abramowitz, una de las grandes autoridades en el país en materia electoral, desde su aula de la Universidad de Emory, a las afueras de Atlanta. «La fórmula ganadora para ellos, la que funcionó con Biden y los senadores en 2020 es que ganen el 90% del voto negro y el 30% del voto blanco», explica en un encuentro con periodistas internacionales, organizado por el Foreign Press Center del Departamento de Estado, en el que participa ABC.Es posible que a Harris le cueste cumplir con esa fórmula . Las encuestas muestran grietas importantes en el voto negro y un avance de Trump. En las elecciones de Barack Obama, su apoyo entre la minoría negra fue de cerca del 95%. Hillary Clinton, en su derrota frente a Trump en 2016, logró un 92%. Biden, cuatro años después, un 90%. Y ahora viene el dato para el desastre: la última encuesta de \'The New York Times\' y Siena College sitúa a Harris con un apoyo del 78% de la minoría negra. Trump avanza hasta el 15%, más del doble que en su victoria de 2016. El deterioro demócrata es más pronunciado entre los hombres, donde un 20% dice que votará a Trump.Estos son datos a nivel nacional y el voto de la minoría negra tiene importancia especial también en otros estados clave con ciudades con fuerte presencia de la comunidad afroamericana , como Detroit (Michigan) o Filadelfia (Pensilvania). Pero en ninguno más que en Georgia y Atlanta, sede de la clase media negra más abundante y pujante del país.Las encuestas muestran grietas importantes en el voto negro y un avance de TrumpMuchos aquí prefieren mirar a otro lado cuando se habla de estas grietas en el apoyo a Harris. «Todos los hombres a mi alrededor son suficientemente listos como para no votar a Trump», responde con cierta molestia Kimberly Scott, antes de un mitin de la candidata demócrata. «Eso es un mito de la prensa», añade Kenneth Woghien sobre el creciente apoyo que tiene el multimillonario neoyorquino.Lo defienden también los jefes del partido. «Yo no conozco a nadie de mi entorno que vaya a ir a las urnas y a votar a Trump», responde a este periódico Kevin Olasanove, director de la campaña de Harris en Georgia, desde la sede de su oficina en Atlanta. « El hombre negro es el segundo electorado más progresista de este país , después de las mujeres negras. Lo que es verdad es que nos tenemos que esforzar en que vayan a las urnas, no hay que convencerles sobre qué opción es mejor, si Trump o Harris. Yo nunca olvidaré las banderas confederadas dentro del Capitolio», añade en referencia al asalto al Capitolio por parte de una turba \'trumpista\' y a la insignia del sur secesionista que libró una guerra civil contra el norte unionista para mantener la esclavitud de los negros.Gran apuestaUna visita a un mitin de Trump a las afueras de Atlanta muestra una realidad diferente a la que describe Olasanove. Entre la muchedumbre que hace horas de cola para ver al expresidente es fácil ver a votantes negros, tocados con la gorra roja con el lema MAGA (\'Make America Great Again\', \'Hacer grande a EE.UU, otra vez\').«¡Nos dicen que no pintamos nada aquí, pero aquí estamos!», grita un chaval negro cuando se encuentra con otra persona de su raza. Entre los que han venido está Little, el que protestaba porque los demócratas toman su voto por dado. Habla sin parar de la economía, del coste de la vivienda, de la imposibilidad de llegar a fin de mes. « Voté a Biden y es uno de los mayores errores de mi vida . Con Kamala de vicepresidenta nada ha mejorado, estábamos mucho mejor hace cuatro años», dice. «Los demócratas lo basan todo en la raza. Trump no es racista y cumple sus promesas», añade Kandeze Boaden.«¡Nos dicen que no pintamos nada aquí, pero aquí estamos!», grita un chaval negro cuando se encuentra con otra persona de su razaHarris ha sacado todos los tanques en la recta final de la elección para reconducir la situación. Ha presentado propuestas económicas centradas en los votantes negros, en especial, los hombres, como ayudas a pequeñas empresas o préstamos para la compra de la primera casa. También ha echado mano de luceros de la política y del entretenimiento. Barack y Michelle Obama han hecho campaña por Harris en varias ciudades clave, aleccionando a los votantes negros por sus dudas sobre Harris, recriminando que tiene un tufo sexista, advirtiéndoles que Trump les está engañando. En los últimos días, también han aparecido en mítines desde la cantante Beyoncé Knowles hasta el director Spike Lee.Mientras tanto, Trump ha seguido con un cortejo del voto negro, con apariciones esporádicas. Por ejemplo, en una barbería -donde se hace la vida en muchos barrios negros- en Atlanta o Nueva York. En esta misma ciudad, con un mitin hace unos meses en el Bronx, un lugar emblemático de la cultura negra . Pero su gran baza es la pregunta que repite en cada mitin, que aparece en sus carteles en Atlanta y que no entiende de colores de piel: «¿Estás mejor que hace cuatro años?».

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