El ex presidente de Brasil ya presenta su propuesta en cuestión de relaciones con el mundo, en caso de ganar las elecciones de octubre.
l ex presidente y candidato presidencial de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, a quién las encuestas dan como victorioso ya en la primera vuelta, definió con precisión los ejes centrales de su política exterior. Dijo que en sus planes figura renegociar el acuerdo entre Mercosur y Unión Europea, que con bombos y platillos se había anunciado como definitivo el 18 de junio de 2019 pero que nunca fue puesto en práctica. El objetivo, indicó, es asegurar la preservación y desarrollo industrial de Brasil, algo que, tal como está redactado, el tratado no garantizaría: “Mejorar el acuerdo con la UE, para enriquecer su calidad y garantizar que tengamos nuestra industria” precisó.
En un reportaje reciente, su brazo derecho en asuntos internacionales, el ex canciller Celso Amorim, declaró con respecto al acuerdo con los europeos, que el Mercosur debe adicionar cláusulas sobre la protección ambiental, los derechos humanos y la tecnología. “Esa alianza actualmente está trabada en Europa debido a las preocupaciones con la destrucción del Amazonas” complementó.
El segundo desafío internacional para un eventual próximo gobierno lulista será restablecer el nivel las relaciones con Estados Unidos, deterioradas por el “trumpismo” indisimulado del presidente Jair Bolsonaro. Y a partir de esto, determinar los lazos con China, con quién es socio en los Brics. En la entrevista que el ex mandatario concedió a Universo Online (Uol) en vivo, no dejó lugar a dudas sobre los vínculos que pretende mantener con Washington. Su descripción fue concreta: “Estados Unidos es un socio muy importante para nosotros. Pero le queremos pedir (a USA) que nos respete: Brasil no es una colonia, es un país grande que los demás tienen que tratar con respeto”.
Según sus propias palabras, como candidato a un tercer mandato presidencial Lula se define por la no confrontación y la colaboración con el resto del planeta. Dejó muy en claro su posición al explicar: “ No trataremos a Estados Unidos de forma secundaria porque tiene una importancia muy grande”. En ese sentido esbozó su intención de “renovar nuestra relación política, científica, empresarial e incluso militar con los Estados Unidos”.