Giorgia Meloni es el primer líder internacional que visita el Líbano tras la intensificación de los ataques israelíes contra Hizbolá en un momento de especial tensión. También las fuerzas de pacificación de la ONU han sido atacadas por los israelíes, lo que ha sido condenado con firmeza por la comunidad internacional y muy especialmente por la primera ministra que ostenta la presidencia de turno del G7. El objetivo principal de la primera ministra es visitar por la tarde el contingente militar italiano con 1.000 soldados desplegados en la frontera con Israel, dentro de la misión de paz de la Unifil (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano), que cuenta que cuenta con 10.000 soldados de 50 países, entre ellos España con unos 650 militares (el mayor contingente es el italiano, con 1.000 soldados). La fuerza de los cascos azules está en el punto de mira del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que pide su retirada, y de algunos medios, como el \'Wall Street Journal\' que ha publicado un demoledor editorial con estos titulares: «Las fuerzas de paz de la ONU son los mejores amigos de Hizbolá. La Unifil permite que los terroristas actúen en el Líbano, pero levanta la voz cuando Israel contraataca«. Además de visitar a los militares italianos, Giorgia Meloni se reunirá con el primer ministro libanés Najib Mikani y el presidente del Parlamento Nabih Berri.Choque diplomático La tensión que se vive en el sur del Líbano y la hostilidades sobre el terreno, donde las bases de los cascos azules han sido atacadas por las fuerzas israelíes, se han trasladado han encendido el choque diplomático. El último ataque se produjo en la mañana del jueves: dos disparos de un Merkavá (es el tanque principal desarrollado por Israel y está considerado como uno de los más avanzados del mundo por su tecnología) destruyen las cámaras y dañan la torre de vigilancia de un puesto de la ONU cerca de Kfar Kila, el sector de competencia de los soldados españoles, pero ese puesto está gestionado por el contingente serbio. La misión de la ONU denunció que el ataque fue «intencionado y deliberado». El primer ministro Netanyahu ha sido especialmente duro con los mandos de los cascos azules, aunque asegura que no tiene nada en contra de la fuerza de pacificación de la ONU: «Hizbolá, el movimiento guiado por Teherán que gradualmente tomó como rehén al Líbano, ha cavado cientos de túneles y escondites, donde acabamos de encontrar una gran cantidad de armamento ruso de última generación. En casi veinte años, ¿cuántos misiles de Hizbolá ha detenido la Unifil ? ¡Cero, de verdad!», declaró Neyanyahu al diario francés \'Le Figaro\'. En la misma línea que Netanyahu se ha expresado el \'Wall Stret Journal\', prestigioso periódico conservador con una línea editorial que tiende a ser pro-israelí, sobre todo en su política de seguridad, pero también crítico a veces con el primer ministro israelí. »La fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, tenía una sola misión: mantener a los terroristas armados fuera del sur del Líbano, donde podían disparar contra Israel. Fracasó tan estrepitosamente que Israel tuvo que recurrir a la guerra para expulsar a los terroristas. ¿Qué hace ahora la Unifil? Se niega a luchar, se niega a moverse y culpa a Israel de poner en peligro a sus soldados».Dudas sobre la viabilidad de la misión Los soldados italianos desplegados en el Líbano cerca de la frontera israelí están recibiendo la gratitud y solidaridad de los ciudadanos. Pero en Italia se alzan cada día más voces que expresan la conveniencia de la retirada de la misión. Así lo explica el reputado periodista y escritor italiano Aldo Cazzullo en el \'Corriere della Sera\': «Un contingente multinacional tiene sentido cuando existe un acuerdo entre las partes sobre el que vigilar. Es una fuerza que garantiza y mantiene la paz. Pero no hay paz en la frontera entre Israel y Líbano. Hay guerra. Hizbolá se protege con el escudo de los soldados de la Unifil. Israel no duda en atacarlo. Permanecer en estas condiciones no tiene sentido. Es necesario primero un alto el fuego y luego el despliegue de fuerzas internacionales, y no al revés«. Este clima encendido que se vive en Oriente Medio se ha trasladado al Parlamento italiano, con un tenso debate. Meloni fue especialmente dura contra los ataques israelíes a los cascos azules, al considerar que no se trata de «incidentes» como los califica Netanyahu, sino «ataques deliberados». La actitud de las fuerzas israelíes «es totalmente injustificada y constituye una violación de las resoluciones de las Naciones Unidas», dijo Meloni. La líder de Hermanos de Italia explicó que «el Gobierno ha suspendido el envío de todo tipo de armamento a Israel: Todos los contratos firmados después del 7 de octubre del 2023 no se aplican». Ante las presiones de los partidos de oposición para que Italia reconozca como Estado a Palestina, al igual que ha hecho España, Giorgia Meloni ha respondido que esa medida «no solucionaría nada, al contrario, aumentaría la tensión«. Por otro lado, Meloni ha dicho que «está preocupada por el creciente antisemitismo».